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Discurso de Netanyahu despierta la indignación palestina

A juicio del ministro de Exteriores del gobierno de Hamás en Gaza, Mohamed Awad, con el discurso que pronunció en Washington el primer ministro israelí «ha bloqueado todas las vías para hacer la paz y lo que quiere es dividir de nuevo a los palestinos».


Los palestinos recibieron con indignación, asombro y desconfianza el discurso en Washington del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, al que acusan de haber enterrado todos los esfuerzos de paz con una «declaración de guerra».

«Ha sido el peor discurso de Netanyahu, pero no es él a quien hay que culpar por sus palabras vacías, sino al Congreso de EEUU que lo ha recibido con semejante calidez», dijo a EFE el portavoz del Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Ghasan Khatib.

En un casi monólogo que denotaba su indignación, agregó que éste ha sido el «discurso del NO, porque Netanyahu ha dicho NO a todo: a los refugiados, a las fronteras, a la partición de Jerusalén…».

«¿Esa es realmente la paz que tanto desea?», se preguntó el portavoz retóricamente al comentar el discurso, en el que el primer ministro aseguró que Israel sería «generosa» en las negociaciones.

En su intervención, Netanyahu se mostró dispuesto a «adquirir compromisos dolorosos» para alcanzar la paz con los palestinos, pero insistió en que no aceptará volver a las fronteras de 1967, con lo que nuevamente rechazaba el planteamiento del presidente Barack Obama de hacía sólo cinco días.

«Desafortunadamente, se ha cargado cualquier oportunidad de tratar los asuntos cruciales del conflicto de una manera lógica», matizó Khatib, que también atribuyó parte de la responsabilidad a Obama al preguntarse si «la paz que describió (el jueves) es la misma» de la que habla el primer ministro israelí.

Aplaudido reiteradamente por los congresistas y senadores estadounidenses, el jefe del Gobierno israelí dio hoy vueltas sobre cada una de sus posturas de los últimos meses sobre la fórmula que él contempla para una paz en Oriente Medio, y que no incluyen una paz definitiva sino un proceso gradual, un estado palestino sin Jerusalén Este como capital, y un no rotundo al regreso de los refugiados.

Hacia el final pidió al presidente palestino, Mahmud Abás, que «rompa su pacto» para un gobierno de reconciliación con el movimiento islamista Hamás, y en su lugar «haga la paz con el Estado judío».

«Netanyahu no entiende de que va el gobierno de reconciliación», lamentó Khatib, quien recordó que «cualquier negociación de paz no se hará con el gobierno de la ANP, sino por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP)».

La reacción de otros portavoces oficiales palestinos no ha sido menos contundente, y osciló entre el estupor y la conmoción generalizados.

«Es una declaración de guerra, no de paz. No ha ofrecido nada», se quejó el veterano negociador Nabil Shaat, para quien Israel lo que quiere es «imponer la rendición» y «borrar Jerusalén del sueño palestino».

En una campaña bien orquestada, la diplomacia palestina se ha repartido entre los distintos medios de comunicación árabes e internacionales, para responder al discurso.

No menos combativo se mostró Saeb Erekat, jefe del equipo de negociación de la OLP y quien instó a Netanyahu a decir de una vez que «acepta las fronteras de 1967»: «¡Que lo haga en ruso, en latín, en inglés, en francés o en hebreo, como quiera!».

El liderazgo palestino se reunirá mañana en Ramala para analizar la situación después de los discursos de Obama y Netanyahu, y decidir sus próximos pasos de cara al mes de septiembre.

En su discurso del jueves, el presidente estadounidense manifestó con claridad su oposición a una iniciativa palestina unilateral en Naciones Unidas y abogó por una solución negociada con las fronteras de 1967 como marco de negociación.

Desde Gaza, el movimiento islamista Hamás también describió el discurso como «declaración de guerra» y pidió a la OLP «romper todos los acuerdos» con Israel.

«Netanyahu ha bloqueado todas las vías para hacer la paz y lo que quiere es dividir de nuevo a los palestinos», arguyó Mohamed Awad, ministro de Exteriores del gobierno de Hamás en Gaza.

En declaraciones a la agencia Sama, manifestó que «los palestinos no se dejarán arrastrar «a ninguna situación que ponga en peligro la reconciliación nacional» y «no se dejarán intimidar».

Sami Abu Zuhri, portavoz del movimiento, instó a la OLP a que «rompa todos los acuerdos de paz con Israel», parafraseando al primer ministro israelí que instó a Abás a deshacer el reciente acuerdo de reconciliación palestino.

«El no reconocimiento por Netanyahu, ante el Congreso de EEUU, de los derechos del pueblo palestino, convierte en un absurdo cualquier negociación de paz», proclamó el portavoz. EFE

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