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Miles de «indignados» en Israel acentúan presión sobre Netanyahu

Médicos, estudiantes, jóvenes «indignados», ganaderos y padres de familia han unido sus fuerzas en una protesta que está poniendo en aprietos al primer ministro de Israel.


La oleada de protestas sociales que vive Israel continua creciendo, al sumarse este lunes una huelga de las autoridades municipales del país y otra convocada por Facebook que acentúan la presión sobre el primer ministro, Benjamín Netanyahu.

La marea reivindicativa, que el pasado sábado sacó a la calle a 150.000 personas en la mayor manifestación de índole social de la historia del país, ha recibido el espaldarazo de las autoridades municipales de Israel en forma de un paro de 24 horas.

Las autoridades no prestarán servicios a las oficinas gubernamentales ni abrirán al público, así como tampoco habrá limpieza de las calles o recogida de basuras. La protesta ha sido convocada por la Unión de Autoridades Municipales, organización que representa a 265 autoridades locales.

«Se trata de una amplia protesta social a la que no podemos oponernos (…) Estoy orgulloso de que alcaldes de todos los márgenes del espectro político y de todas las partes del país apoyen a sus residentes y se sumen a su justa lucha», señala su presidente, Shlomo Bohbot, en un comunicado de la Unión.

Jerusalén no se unirá a la iniciativa porque considera incorrecto dañar a los vecinos, pese a identificarse con la protesta contra el precio de la vivienda, mientras que Tel Aviv ha optado por la fórmula intermedia de abrir sus oficinas menos horas.

La huelga coincide con otra convocada a través de Facebook, donde 23.500 personas han anunciado que no irán a trabajar hoy en demanda de «justicia social». Los organizadores tienen previsto concentrarse esta tarde en el parque Hayarkón de Tel Aviv para organizar un debate abierto sobre el concepto de justicia social.

«Si algún empleador despide a alguien, tendrá que vérselas con 22.000 personas. Espero que todo el mundo vaya a la huelga», ha dicho el cerebro de la iniciativa, Tzvika Besor.

Ambas convocatorias suponen una nueva vuelta de tuerca en el creciente movimiento de protestas sociales que comenzó el pasado día 14 con una acampada en Tel Aviv por los precios inmobiliarios y ha ido ganando seguimiento y sectores de población.

Médicos, estudiantes, jóvenes «indignados», ganaderos y padres de familia han unido sus fuerzas en una protesta que está poniendo en aprietos a Netanyahu, cuya reciente propuesta para hacer las viviendas más asequibles no hizo sino exacerbar las manifestaciones.

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