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Policía inglesa cifra en 3.300 los delitos investigados durante los disturbios

Scotlanda Yard confirmó que 1.875 personas han sido arrestadas y 1.073 ya ha sido acusadas formalmente por su implicación en las revueltas y saqueos que se originaron en el barrio londinense de Tottenham y que más tarde se extendieron por el resto de la capital y de otras ciudades inglesas.


La policía de Londres cifró este domingo en 3.300 los delitos investigados en relación con la ola de violencia que azotó a la capital británica entre el 6 y el 9 de agosto.

Scotlanda Yard confirmó que 1.875 personas han sido detenidas y 1.073 ya ha sido acusadas formalmente por su implicación en los disturbios y saqueos que se originaron en el barrio londinense de Tottenham y que más tarde se extendieron por el resto de la capital y de otras ciudades inglesas.

Los delitos investigados más comunes fueron robos, 1.101, seguido de daños a vehículos, 399, así como 310 hurtos y 162 incendios premeditados.

Además, la policía de Londres, que ha revisado 20.000 horas de imágenes grabadas por cámaras de seguridad, cifró en 1.100 el número de escenas criminales investigadas en 22 de los 32 barrios de la capital británica que se vieron afectados por los disturbios.

Un portavoz de Scotland Yard aseguró que se trabaja de manera «muy estrecha» con las comunidades locales, que han aportado una ayuda «incalculable» a la investigación.

Detenidos elevan la alerta en las prisiones

Las superpobladas cárceles inglesas están en «estado de alerta» ante posibles disturbios debido al alto número de detenidos en relación con la ola de violencia que azotó a varias ciudades del país, según publicó The Guardian.

La población reclusa en Inglaterra y Gales ha alcanzado esta semana la cifra récord de 86.654 presos y el Ministerio de Justicia ha advertido a los jefes de presiones de que «vigilen el ánimo y la atmósfera» después de que se registrara un incidente en un centro de menores del condado de Kent (sur de Inglaterra).

En un correo electrónico del departamento de Justicia se pide además a los responsables de centros penitenciarios que «garanticen la seguridad» de aquellos que han sido encarcelados por primera vez en su vida, tras participar en los disturbios.

Las autoridades están especialmente preocupadas de que los presos veteranos, que puedan pertenecer a bandas rivales, ataquen a los recién encarcelados que no tienen experiencia en cómo defenderse, según el periódico The Guardian.

Los datos publicados ayer por las autoridades británicas muestran que el número total de presos es ahora de 86.654, con 723 reclusos más que la pasada semana, debido al incremento en el número de personas sentenciadas a penas de cárcel por su implicación en los altercados que afectaron a Londres y a otras ciudades inglesas.

Una portavoz del Servicio de Prisiones afirmó que actualmente se enfrentan a una «situación sin precedentes» y elogió la «dedicación» de su personal por el trabajo «duro trabajo en momentos difíciles».

Precisó que la población penitenciaria no supera de momento la capacidad operacional utilizable, ya que el número de reclusos que las cárceles de Inglaterra y Gales pueden acoger es de 88.093.

El aumento de más de 100 presos por día durante la pasada semana se debe a que unas 1.300 personas han comparecido ante algún tribunal acusadas formalmente de delitos cometidos durante los disturbios.

Normalmente, la población penitenciaria disminuye o permanece estable en agosto puesto que durante ese mes hay menos casos judiciales y se envían menos delincuentes a la cárcel.

La pasada semana, el Ministerio de Justicia del Reino Unido habló de un aumento de la población reclusa de 440 desde el inicio de los altercados y dijo que el Ejecutivo contaba con planes de contingencia preparados.

Entre esos planes se incluye la colocación de una cama extra en una celda para dos personas.

Las duras condenas penitenciarias impuestas a algunos de los procesados en los disturbios, por comentarios en Facebook o robar unos pantalones, han ocasionado polémica en el Reino Unido.

Entre ellas figuran los cuatro años a los que han sido sentenciados dos jóvenes por enviar mensajes en Facebook en los que animaban a provocar altercados o los cinco meses que pasará entre rejas una mujer que aceptó unos pantalones robados, y que han causado críticas entre los políticos y los activistas de derechos civiles.

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