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Libia: comunidad internacional ofrece hoy un frente común en torno al Consejo Nacional de Transición

Sesenta delegaciones acudirán a la conferencia internacional de apoyo a Libia, lanzada el pasado 24 de agosto por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en una fase que según informaron fuentes del Elíseo se considera tan delicada y fundamental como la de los combates.


Trece jefes de Estado, 19 primeros ministros y los secretarios generales de la OTAN, la ONU o la Liga Árabe se reunirán mañana en París en torno al Consejo Nacional libio de Transición (CNT) para ayudarle en el camino hacia la democracia.

Sesenta delegaciones acudirán a la conferencia internacional de apoyo a Libia, lanzada el pasado 24 de agosto por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en una fase que según informaron fuentes del Elíseo se considera tan delicada y fundamental como la de los combates.

La llegada de mandatarios de todo el mundo, incluida la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, o el del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, está prevista a partir de las 15:00 GMT.

Tres horas más tarde, la conferencia se clausurará con una comparecencia de prensa en la que se espera que intervengan Sarzoky y los representantes del CNT, encabezados por su presidente, Mustafa Abdulyalil, y por su primer ministro, Mahmud Yibril.

Se trata, según fuentes de la presidencia francesa, de reunir a la comunidad internacional para ayudar a las nuevas autoridades a lograr la transición y la reconstrucción del Estado, y de ofrecerles una tribuna para que presenten su visión y necesidades.

Su celebración coincide con el aniversario de la toma de poder en 1969 del líder libio Muamar al Gadafi y no se ha esperado a la caída total de su régimen porque a juicio de la presidencia francesa «la transición comenzó el día en que los rebeldes tomaron Trípoli».

Por ello, para que la transición marche con buen pié, se califica de «fundamental» la liberación de los fondos libios congelados por la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, cuyo valor a escala global, según las fuentes, puede rondar los 50.000 millones de dólares.

No todos los países participantes en el encuentro de mañana han reconocido al CNT como autoridad libia legítima, pero lo que se aspira que la cita sirva para escuchar el mensaje de ese órgano y la urgencia del país en términos de infraestructuras y suministros.

El primer objetivo, según las fuentes del Elíseo, es pasar página, tanto en lo relativo al mandato de Gadafi como a las diferencias surgidas en el seno de la comunidad internacional en torno a las operaciones militares de la coalición.

Desde la presidencia gala se subraya que se está en una fase de ayuda, no de negocios, y aunque no se esconde las necesidad de reconstruir prácticamente todo el país, se apunta que le corresponde al CNT decidir con quién quiere trabajar, y se hace hincapié en que ese tipo de acercamientos no integra la agenda de mañana.

En el plano estrictamente militar se considera además que «la partida ya está decidida», y aunque se anuncia que la OTAN permanecerá hasta que Gadafi deje de ser una amenaza para la población, no se quieren repetir las operaciones «fallidas» de la ocupación de Afganistán o la transición en Iraq.

«Los responsables del CNT son plenamente conscientes de las lecciones que hay que sacar de esa experiencia y están deseando tender su mano, a condición de que los de enfrente no las tengan manchadas de sangre», aseguran en el Elíseo, que dice tener confianza en el futuro de ese país.

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