La mandataria brasileña irá acompañada de los ministros de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota; Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel; Ciencia, Tecnología e Innovación, Aloizio Mercandante; Comunicaciones, Paulo Bernardo; Cultura, Ana de Hollanda, y Cominicación Social, Helena Chagas.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, asistirá mañana y el martes en Bruselas a su primera cumbre con la Unión Europea (UE), en la que abordarán particularmente la situación económica en el país suramericano y la crisis del euro, pero también la colaboración en ciencia e innovación.
Rousseff, que aterrizó en la capital belga en torno a las 13.00 hora local según confirmaron a Efe fuentes diplomáticas, participará mañana lunes en una cumbre bilateral con el Gobierno de Bélgica antes de asistir a una cena de trabajo que le ofrecerán los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
La mandataria brasileña acudirá acompañada de los ministros de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota; Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel; Ciencia, Tecnología e Innovación, Aloizio Mercandante; Comunicaciones, Paulo Bernardo; Cultura, Ana de Hollanda, y Cominicación Social, Helena Chagas.
Por la parte Europea también participarán en las reuniones la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, y el comisario de Comercio, Karel De Gucht.
El martes, Rousseff analizará con la UE la crisis económica después de que autoridades de Brasil, Rusia, India y China, las cuatro economías emergentes más sólidas del mundo (conocidos como «BRIC»), se reunieron este mes en Washington para evaluar posibles ayudas a los países europeos afectados por la crisis financiera.
Aunque fuentes comunitarias descartaron que durante la cumbre vaya a producirse una decisión en ese ámbito, las partes sí debatirán el papel del G20 (el grupo de los países más ricos y los emergentes) para ayudar a encauzar la economía europea y global.
También analizarán el papel de Brasil como productor mundial de biocombustibles y su punto de vista, como país comprometido con el multilateralismo, sobre la petición de la Autoridad Palestina de ser reconocido como un miembro pleno de la ONU.
En el ámbito regional, harán balance de las negociaciones UE-Mecosur para lograr un amplio acuerdo de asociación, cuya finalización dificulta el temor de algunos países europeos por el impacto del trato en su producción agraria, u otros temas de más índole política como el tratamiento de la migración o la fiscalidad en el texto.
En el plano bilateral, la UE y Brasil esperan actualizar su plan de acción conjunto de cara a 2013 y 2014, lo que les permitirá estructurar las acciones y proyectos que dotan de contenido a la asociación estratégica que establecieron en 2007.
Ya hay 20 diálogos sectoriales abiertos y, durante la cumbre, esperan iniciar una cooperación específica en investigación científica y en la ayuda «triangular» al desarrollo de países terceros.
Igualmente, abordarán un acuerdo de transporte aéreo, un programa cultural conjunto para 2011-2014, la facilitación de los flujos turísticos en temporada baja, un diálogo estructurado sobre cooperación espacial y la colaboración entre los órganos científicos competentes.
Los europeos, por su parte, instarán a Brasil a aplicar cuanto antes el programa de exención de visados para estancias cortas ya acordado, que en la práctica aún no se aplica a los ciudadanos de Chipre, Malta, Estonia y Letonia.
El martes, Rousseff también será recibida por los reyes de Bélgica y, por la tarde, inaugurará el festival cultural bienal Europalia, que este año está dedicado al país suramericano.
La UE es el principal socio comercial de Brasil y, éste, el noveno del bloque europeo.
Sus intercambios comerciales en 2010 superaron los 82.000 millones de dólares.
