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Mil prisioneros palestinos por un soldado israelí, las claves del intercambio

Después de más de cinco años de cautiverio, Gilad Shalit podría ser liberado en cuestión de horas, a cambio de cientos de presos palestinos en poder de Israel. El pacto sellado en octubre de 2011 implica la liberación inicial de 477 prisioneros y de otros 550 después de Shalit regrese a su casa. BBC Mundo le ofrece las claves del acuerdo.


Después de más de cinco años de cautiverio, el soldado israelí Gilad Shalit podría ser liberado en cuestión de horas, en una operación que ha generado un fuerte debate en Israel.

Las autoridades israelíes han llegado a un acuerdo de intercambio de prisioneros con el grupo palestino Hamas por el cual liberarán a sargento Shalit, quien fue capturado por militantes palestinos el 25 de junio de 2006.

A cambio, más de 1.000 palestinos detenidos en cárceles israelíes serán puestos en libertad.

A continuación, un repaso por las claves del acuerdo.

¿Cómo fue capturado el soldado?

Gilad Shalit, que entonces tenía 19 años, fue secuestrado por una fuerza conjunta de milicianos palestinos que irrumpieron en un puesto de guardia del ejército israelí, en el lado israelí de la frontera con la Franja de Gaza.

Dos soldados israelíes murieron durante el ataque, que tuvo lugar cerca del puesto de control de Kerem Shalom, y otros tres resultaron heridos. Dos militantes palestinos también murieron.

Gilad Shalit – que iba a bordo de un tanque – sufrió heridas de metralla en la mano y el hombro.

El ataque fue reivindicado por el ala militar de Hamas, en alianza con un grupo denominado Comités de Resistencia Popular, que incluye a miembros de al-Fatah, la Yihad Islámica y Hamas, y un grupo hasta ahora desconocido autodenominado Ejército del Islam.

El Ejército del Islam dijo más tarde que el soldado israelí había sido detenido exclusivamente por Hamas.

El joven soldado era cabo cuando fue capturado, pero desde entonces ha sido ascendido al rango de sargento.

¿Qué sucedió después de la captura?

Tres días después del ataque y luego de exigir la liberación incondicional de Shalit, Israel lanzó su primera invasión por tierra en Gaza desde la retirada unilateral de la franja, un año antes.

También bombardeó la infraestructura civil de Gaza y detuvo a decenas de parlamentarios del ala política de Hamas en Cisjordania.

Las redadas tenían el objetivo de liberar al sargento Shalit y prevenir ataques con cohetes que continuaban teniendo lugar desde Gaza hacia Israel desde la retirada en 2005.

La situación en Gaza pasó a ser eclipsada por el conflicto de Israel con el grupo libanés Hezbolá, que secuestró a dos soldados y mató a cinco personas el 12 de julio de 2006.

Un mes después de la captura de Shalit, el principal funcionario humanitario de la ONU describió la ofensiva militar israelí en Gaza como un «uso desproporcionado de la fuerza».

Más de 100 palestinos y un soldado israelí murieron durante ese mes.

¿Cuáles han sido las exigencias de los secuestradores?

Los secuestradores de Gilad Shalit exigieron diversas condiciones durante los cinco años, todas relacionadas a la liberación de algunos de los 9.000 palestinos detenidos en cárceles israelíes, la mayoría por motivos de seguridad.

Al principio exigieron que Israel liberara a todas las mujeres y a los jóvenes, a cambio de noticias sobre el sargento.

Las conversaciones posteriores se centraron en una lista de prisioneros que Hamas exigía que fueran puestos en libertad. Este domingo el gobierno israelí dio a conocer la lista con los nombres de quienes serán liberados.

Tras años de especulación acerca del número de palestinos que se verían beneficiados en un eventual intercambio, está contemplado que salgan de prisión unos mil palestinos.

¿Cuál es el acuerdo?

El acuerdo sellado en octubre de 2011 implica la liberación inicial de 477 prisioneros y de otros 550 después de Shalit regrese a su casa.

Incluye los dirigentes de Hamas Rawhi al-Mushtaha, Mohammed al-Sharatha y Yehia Sanwar.

Muchos de los palestinos que serán liberados fueron encarcelados por planear atentados suicidas con bombas o por realizar ataques con disparos.

Sin embargo, Hamas no logró asegurarse la liberación de Marwan Barghouthi, un popular líder del partido al-Fatah, del presidente palestino Mahmoud Abbas, que es considerado como un posible sucesor de Abbas y una figura que podría superar las divisiones entre Fatah y Hamas, las dos principales facciones políticas palestinas.

¿Cuál ha sido la posición de Israel?

En un principio Israel se negó a cualquier tipo de negociación, pero más tarde entró en las conversaciones indirectas con mediación de Egipto.

En marzo de 2009 fracasó una fuerte presión para lograr un acuerdo impulsada por el primer ministro saliente, Ehud Olmert. Al parecer, no hubo acuerdo ni en la lista de nombres de los presos que serían puestos en libertad ni en la exigencia de Israel de que algunos presos fueran deportados, en lugar de regresar a Cisjordania y la Franja de Gaza.

La liberación de prisioneros «con sangre en sus manos» -aquellos que han sido responsables de la muerte de israelíes- es un tema delicado en Israel.

Al comienzo de junio de 2011, los medios de comunicación egipcios citaron declaraciones de Mohammed Basyuni, ex embajador de Egipto en Israel, diciendo que Shalit podía ser liberado a cambio de 1.000 prisioneros palestinos que se hallaban en cárceles israelíes.

Israel, Hamas y Egipto negaron esa información.

Pero el 11 de octubre de 2011 el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, confirmó que el acuerdo se había hecho y que el sargento Shalit estaría en casa en pocos días. Los líderes de Hamas también confirmaron el acuerdo.

Ambas partes saludaron el acuerdo, considerándolo una victoria.

¿Cuál es el estado de salud de Shalit?

La prueba más concluyente de vida fue recibida en octubre de 2009. Se trataba un video que mostraba al soldado en aparente buen estado de salud. El video fue entregado a cambio de la liberación de 20 mujeres detenidas.

Antes de eso había habido por lo menos dos cartas y un mensaje de audio.

La primera carta, recibida en septiembre de 2006, fue entregada a los medios de comunicación en septiembre de 2009. «Mi salud se deteriora día a día, estoy luchando desde lo emocional y esto me causa mucha depresión», decía la carta, aunque los expertos dijeron que creían que había sido dictada por los secuestradores.

En junio de 2007, Hamas publicó una grabación de audio de Shalit leyendo una declaración, que también se consideró que había sido dictada. Decía que su salud se estaba deteriorando y que necesitaba pasar un período prolongado en el hospital.

En 2008 supuestamente hubo otra carta, pero no se difundió su contenido.

¿Por qué el tema es tan importante?

Israel es una sociedad altamente militarizada que ve a sí misma rodeada de naciones hostiles. La mayoría de los padres envían a sus hijos e hijas al ejército, y luego continuarán sirviendo como reservistas.

La última vez que un soldado fue capturado en una situación similar fue en 1994 cuando secuestraron a Najshón Wachsman, que murió durante un fallido intento de rescate.

Las tropas tienen órdenes de abrir fuego contra cualquier secuestrador, incluso aunque eso signifique herir al soldado secuestrado, según la llamada Directiva Hannibal.

Algunos testimonios indican que se les ha dicho a los soldados que la muerte de un soldado capturado es un riesgo justificado para frustrar un secuestro.

Al mismo tiempo, el gobierno de Ariel Sharon accedió a liberar a 429 prisioneros palestinos y libaneses en 2004 y devolver los restos de 59 libaneses a cambio de la liberación de un ciudadano israelí y los cuerpos de tres israelíes en Líbano.

Sin embargo, cuando el grupo libanés Hezbolá capturó a otros dos soldados en 2006, el sucesor de Sharon, Ehud Olmert, decidió ir por el camino militar y desató un bombardeo de 34 días en Líbano y una invasión por tierra.

Pero en la operación no se pudo recuperar a los dos soldados. No fue sino hasta dos años después que se logró un acuerdo de intercambio, en el que los israelíes entregaron cinco prisioneros libaneses, incluyendo a un hombre acusado de matar a un niño, y los cadáveres de 200 combatientes libaneses y palestinos, a cambio de los cuerpos de los soldados Eldad Regev y Ehud Goldwasser.

Hasta el día del canje no hubo confirmación de que los soldados habían muerto.

El caso más famoso es el desaparecido aviador Ron Arad, cuyo avión cayó durante una operación en Líbano en 1986.

A pesar de una gran recompensa y repetidos contactos a través de terceros, Israel nunca supo qué fue de él y una vigorosa campaña de información continúa hasta nuestros días.

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