En Ciudad de México no hace falta pasar examen para obtener licencia de manejo, pero aún así, la tasa de accidentes no deja de bajar.
En Ciudad de México, una de las urbes con peor tráfico del mundo, no hay que saber prender un auto para lanzarse a las calles. Al menos, no para conseguir una licencia.
En el Distrito Federal, por el que 4 millones de vehículos circulan cada día, basta presentar una identificación oficial, el último recibo del teléfono y pagar una tasa de unos US$40 para obtener la licencia de tipo A para automóviles y motocicletas.
Con suerte, el funcionario de turno aceptará que el recibo lleve el nombre de otra persona, o que ni siquiera se corresponda con su domicilio real. Todo en cuestión de 10 minutos.
Y en cualquier caso, nadie le preguntará cual es la velocidad máxima en las calles del Centro Histórico o si está permitido estacionar en doble fila mientras compra sus tacos en la tienda de la esquinaclic *.
Según las autoridades locales, la simplificación de los trámites ahorra tiempo y dinero a los defeños (como se conoce a los habitantes del Distrito Federal, la capital mexicana).
Además evita la corrupción que imperaba cuando sí se realizaban exámenes (antes de 2003), según la Secretaría de Transportes y Vialidad.
La célebre «mordida» por la cual algunos examinadores regalaban el carnet a los conductores menos hábiles al volante… pero más generosos con la billetera.
Son argumentos que no convencen a las autoridades federales, que ahora reclaman más exigencia a la hora de otorgar licencias.
Según el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (CONAPRA), la manera de obtener una licencia en el DF es el ejemplo que todas las ciudades deberían evitar.
Si bien ésta no es la única entidad o estado de México con una regulación tan laxa, la capital mexicana es la urbe con el peor tráfico vehicular del mundo, según un estudio de la firma IBM entre 20 ciudades.
Uno de los pocos lugares del planeta donde hay hasta tres horas punta al día (de 7 a 9am, de 13 a 15pm y de 19 a 22pm).
«Como Estado deberías de tener la obligación de asegurar, por una movilidad sustentable y segura, que toda persona tiene una serie de conocimientos teóricos y prácticos», le dice a BBC Mundo Arturo Cervantes, presidente de CONAPRA.
«De alguna manera el Estado se ha hecho cómplice de este grave peligro que resulta en más de 14.000 siniestros diarios a lo largo del país», explica.
En México un promedio de 40 personas mueren al día por accidentes de tránsito, que son la sexta causa de muerte en el país.
En el caso de la población joven entre 15 y 19 años, es la segunda causa de muerte prematura, sólo por detrás de los homicidios.
Además, los accidentes representan un gasto millonario para el país, que llega a ser hasta de 1% del Producto Interno Bruto (US$6.000 millones al año, según la Secretaría de Salud).
Paradójicamente, a pesar de no exigir prueba de manejo a sus conductores, el Distrito Federal es una de las regiones con menor tasa de mortalidad por accidentes de tránsito (12.1 por cada 100 mil habitantes).
Mientras, en el estado de Querétaro, donde sí se exigen exámenes médico, teórico y práctico de manejo, la tasa es de 22 por cada 100 mil habitantes (datos de la Secretaría de Salud con fecha de 2008).
De hecho, el número total de accidentes en la capital del país no ha dejado de bajar desde 2006, cuando se produjeron casi 23.000 accidentes. En 2010, la cifra fue de 15.000.
Sin embargo, no hay consenso de las autoridades locales y federales sobre la relación entre la exigencia a la hora de otorgar licencias y el número de accidentes.
En lo que todos están de acuerdo por ahora es que, con o sin examen, para subirse al asfalto del DF -o «aventarse», en el habla local- hace falta una buena dosis de valentía.
*Según el Reglamento de Transito Metropolitano (pdf), en zonas de tránsito calmado la velocidad máxima es de 30 kilómetros por hora. De 20 si hay hospitales o escuelas cerca; de 10 si es zona peatonal.
Y no está permitido estacionar en doble fila (salvo que el señalamiento lo permita). Si quiere evitar una multa y una «mentada» de los conductores que le siguen, mejor pida sus tacos a domicilio.
