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El líder de Hizbulá dice que la caída de Al Asad en Siria sería «terrible»

Hasan Nasralá consideró que el caso de Siria, gran aliado de Hizbulá, es diferente al de otros países de la región, porque es el «único que no se sometió a los deseos de EEUU».


El jefe del grupo chií libanés Hizbulá, Hasan Nasralá, advirtió este martes contra una posible caída del presidente Bachar al Asad en Siria porque sería «terrible», y acusó a EEUU de buscar un cambio de régimen en ese país.

En una entrevista con la cadena de televisión Al Manar, Nasralá consideró que el caso de Siria, gran aliado de Hizbulá, es diferente al de otros países de la región, porque es el «único que no se sometió a los deseos de EEUU».

Nasralá aseguró que sin esa nación la resistencia contra Israel nunca hubiera podido triunfar en Oriente Medio y apunto a que EEUU lo único que busca es derrocar al régimen sirio por su apoyo a la resistencia. Recordó igualmente que Al Asad ha prometido reformas «por el bien de su pueblo».

«Lo que se necesita es calma, que (los manifestantes) se retiren de las calles, terminen los choques e inicien el diálogo para que se comiencen a aplicar las reformas», agregó, y acusó a algunos países árabes, sin nombrarlos, así como a sus rivales en el Líbano, de trabajar por la caída del régimen sirio.

Nasralá aseguró que lo más difícil de la crisis siria ha pasado y que el mayor reto que tiene ahora es hacer frente a la presión internacional.

En alusión a las incursiones del ejército sirio en territorio libanés, estimó que eso se debe tratar entre ambos Estados amigos y dijo que las regiones donde tienen lugar no están bien definidas.

Dirigiéndose a los nuevos líderes árabes, les advirtió que fueran conscientes de que «si EEUU y el Occidente hallan que no sirven sus intereses, harán todo para derrocarlos y esparcir el caos».

Asimismo, reiteró su rechazo a que su país contribuya a la financiación del Tribunal Especial para el Líbano (TEL), que deberá juzgar a los asesinos del ex primer ministro Rafic Hariri.

Nasralá afirmó que en lugar de pagar la cuota que corresponde al Líbano para el TEL, unos 32 millones de dólares al año, es mejor invertir ese dinero en las familias pobres y aseguró que esa institución perdió credibilidad ante el público libanés.

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