Azra, como se llama la pequeña, fue rescatada por un equipo sanitario en la localidad de Ercis, la más afectada por el seísmo y donde unos 80 edificios han resultado destruidos.
Una bebé de dos semanas fue rescatada este martes con vida bajo los escombros de un edificio 46 horas después del terremoto de 7,2 grados que sacudió el este de Turquía, informaron las cadenas de noticias turcas.
Azra, como se llama la pequeña, fue rescatada por un equipo sanitario en la localidad de Ercis, la más afectada por el seísmo y donde unos 80 edificios han resultado destruidos.
Según informó la cadena NTV, aún no se ha localizado a su familia, que también podría haber quedado atrapada en los escombros.
Una mujer embarazada y dos de sus hijos también fueron rescatados con vida de otro edificio desplomado en Ercis, 36 horas después del terremoto.
Por otro lado, la Administración de Desastres y Situaciones de Emergencia (AFAD) del gobierno turco informó de que el número de víctimas mortales del terremoto ha aumentado a 366 y que el número de heridos ingresados en los hospitales de la región es de 1.301.
«Cada ministerio, cada organización da sus propias cifras. Aún no hay una cifra clara de muertos y el número sigue aumentando», explicó el alcalde de Van, Bekir Kaya, en declaraciones a Efe.
La AFAD añadió que el número de edificios destruidos por el terremoto es de 2.262, mucho mayor que las primeras cifras oficiales ofrecidas.
Igualmente, anunció que se han enviado 3 millones de liras (unos 1,2 millones de euros) a la Delegación del Gobierno de Van para confrontar las necesidades más básicas.
Por el momento, trabajan en la zona 87 equipos de rescate y de primeros auxilios (más de 4.000 personas) enviados tanto por los gobiernos provinciales de Turquía como por diversas organizaciones.
En total, se han enviado más de 10.000 tiendas de campaña, 25.000 mantas y miles de toneladas de comida.
Sin embargo, algunas ONG presentes en la zona informaron a Efe de que el material enviado no es suficiente ya que las condiciones meteorológicas en la zona son malas y «hace mucho frío», dijo una representante de la organización islámica IHH.
