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Cámara de Representantes de EEUU aprobó ley que autoriza portar armas ocultas

Se calcula que entre cuatro millones y siete millones de personas en todo Estados Unidos han adquirido permisos para portar armas ocultas.


La Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó una polémica ley que permitiría a las personas portar armas ocultas de un estado a otro, lo que ha enfrentado a grupos a favor y en contra del control de armas.

El proyecto de ley, aprobado con 272 votos a favor y 154 en contra, exige que los permisos para portar armas ocultas que conceden ciertos estados sean reconocidos por otros Gobiernos estatales, en los que podría ser que no estén permitidas en su legislación.

El Senado, bajo control demócrata, no tiene una medida similar.

Se trata de la primera medida que vota este año la Cámara Baja a favor de la flexibilización del control de armas.

La legislación, respaldada por la influyente Asociación Nacional del Rifle (NRA, por su sigla en inglés), también permite llevar armas ocultas dentro de las propias fronteras del estado siempre y cuando la persona presente una cédula de identidad y un permiso oficial otorgados por el Gobierno estatal.

En Estados Unidos, cada estado impone sus propias normas para la emisión de permisos de armas y, en la actualidad, sólo el estado de Illinois y el Distrito de Columbia, sede de la capital estadounidense, prohíben a los ciudadanos llevar armas ocultas.

El legislador republicano de Florida, Cliff Stearns, uno de los principales promotores de la legislación, considera que los Gobiernos estatales deben tratar los permisos para portar armas ocultas tal como reconocen las licencias de conducir emitidas en otros estados.

«La Segunda Enmienda (de la Constitución) es un derecho fundamental para portar armas que las fronteras estatales no deben restringir», argumentó el legislador de Texas y presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja, Lamar Smith.

Los partidarios de la medida señalan, además, que el mosaico de leyes estatales sobre los requisitos para la tenencia de armas ocultas, y el hecho de que varios estados han suscrito acuerdos de reciprocidad, demuestra la urgencia de crear normas nacionales sobre las licencias de armas.

Pero los detractores de la medida, incluyendo algunos republicanos, consideran que ésta contraviene los derechos que tienen los Gobiernos estatales de hacer sus propias leyes.

La Casa Blanca aun no se ha pronunciado sobre la medida, pero varios legisladores demócratas instaron la semana pasada al presidente Barack Obama a que vete la medida si sale a flote en ambas cámaras del Congreso.

La Campaña Brady contra la Violencia de las Armas se opone a la legislación y señala que ésta exigiría que estados como Nueva York y California, que ya cuentan con fuertes restricciones, permitan portar armas ocultas de sitios como Florida donde hay menos controles «y en reiteradas ocasiones se han otorgado licencias a personas peligrosas».

En todo caso, la medida tiene que ser aprobada por ambas cámaras del Congreso para convertirse en ley. De ser así, las personas que tengan permisos para portar armas ocultas pueden viajar con ellas a otro estado, sin importar las leyes que rigen la tenencia de armas.

Según el Centro para la Integridad Pública, en los últimos tres años, 22 estados han eliminado o debilitado leyes que regulan la posesión de armas ocultas.

En Ohio, por ejemplo, la ley estatal permite tener armas ocultas en automóviles, bares, parques y estacionamientos, y los dueños de esas armas tienen amplio margen para usarlas en defensa propia contra ladrones. Esa ley, no obstante, exige que las personas se inscriban en un curso de 12 horas sobre el uso de las armas para conseguir un permiso.

Se calcula que entre cuatro millones y siete millones de personas en todo Estados Unidos han adquirido permisos para portar armas ocultas.

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