“No opuse ninguna resistencia. Cometí muchos errores, no quiero ni ver las estadísticas», explicó el serbio, que reiteró que la mayoría de los tenistas sufren las consecuencias de una temporada que considera demasiado larga.
El serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, afirmó este miércoles tras perder contra el español David Ferrer en la Copa de Maestros en Londres que el de esta noche fue «el peor partido» de una temporada en la que solo había perdido cuatro encuentros hasta ahora.
«Hay que darle todo el mérito a mi oponente», recalcó al inicio de su rueda de prensa Djokovic, que afirmó, sin embargo, que apenas le plantó resistencia al español sobre el cemento del pabellón O2 Arena londinense.
«David (Ferrer) jugó muy bien, eso no está en cuestión, pero yo no opuse ninguna resistencia. Cometí muchos errores, no quiero ni ver las estadísticas», explicó el serbio, que reiteró que la mayoría de los tenistas sufren las consecuencias de una temporada que considera demasiado larga.
El número uno del mundo se presentó en el torneo que cada final de año reúne a los ocho primeros tenistas del ránking arrastrando molestias físicas en la espalda y el hombro, aunque el jugador no quiso relacionar directamente su derrota con ningún problema físico.
«No sé cómo explicarlo, esta noche no funcionó nada. No logré coger el ritmo al partido, sencillamente es como si no hubiera estado en la pista», explicó Djokovic.
David Ferrer, quinto tenista de la ATP, ganó al número uno del mundo en tan sólo dos sets, por 6-3 y 6-1, en una hora y quince minutos.
Ferrer, que esta noche superó al serbio en todos los aspectos del juego, es el quinto tenista que logra imponerse al número uno en una temporada en la que Djokovic ha ganado tres de los cuatro grandes torneos y ha firmado una de las mejores trayectorias de la historia del tenis.
Con la victoria de esta noche, el español prácticamente se aseguró el pase a las semifinales del torneo que reúne a los ocho jugadores del mundo, mientras que Djokovic deberá esperar al partido del viernes frente a su compatriota Janko Tipsarevic para asegurarse el pase a la siguiente ronda.
El español ya conocía la sensación de ganar a un número uno del ránking mundial: lo hizo en 2003 en Roma, batiendo al estadounidense Andre Agassi, y lo repitió este mismo año en Australia, cuando superó a su compatriota Rafael Nadal.
