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Human Rights Watch denuncia uso de fuego real contra manifestantes en Egipto

Según la ONG, las autopsias de 22 de los cadáveres de la morgue de Zeinhom, en la capital egipcia, confirman la muerte por disparos de balas, mientras que otras tres personas fallecieron por asfixia al respirar el gas lacrimógeno que las fuerzas de seguridad utilizan para dispersar a los manifestantes.


Las fuerzas de seguridad egipcias están utilizando fuego real contra los manifestantes que desde hace cinco días se enfrentan a la policía en el centro de El Cairo, denunció este miércoles la organización Human Rights Watch (HRW).

«La policía antidisturbios y los oficiales militares han disparado fuego real y pelotas de goma contra la multitud y han propinado palizas a los manifestantes», aseguró el grupo de derechos humanos en un comunicado.

El documento recoge testimonios de manifestantes, doctores y personal de HRW sobre el terreno y concluye diciendo que el uso de la fuerza es «excesivo» por parte de las autoridades.

En los disturbios, según cifras del Ministerio de Sanidad, han muerto al menos 33 personas y miles de manifestantes han resultado heridos en ciudades de todo el país.

Según la ONG, las autopsias de 22 de los cadáveres de la morgue de Zeinhom, en la capital egipcia, confirman la muerte por disparos de balas, mientras que otras tres personas fallecieron por asfixia al respirar el gas lacrimógeno que las fuerzas de seguridad utilizan para dispersar a los manifestantes.

El informe recoge el testimonio de un doctor en el hospital de Kasr al Aini, el más cercano a la plaza de Tahrir y al que acuden la mayoría de los heridos, que afirma que al menos seis personas murieron a causa de las heridas producidas por balas.

Este doctor aseguró que en tres casos las heridas indicaban que la bala entró por la cabeza y fue disparada desde arriba, mientras que los otros tres fallecidos habían recibido disparos en el pecho y el abdomen.

«La autoridad judicial civil debería llevar a cabo una investigación transparente sobre el uso de fuerza letal y sobre la implicación del Ejército en estos abusos», exigió HRW.

El Ministerio del Interior insiste en que las fuerzas de seguridad no han disparado a los manifestantes con fuego real, aunque el ministro de Sanidad, Amro Helmy, reconoció hoy que varios de los fallecidos habían muerto por heridas de bala e informó de que la Fiscalía ha abierto investigaciones.

«Es irrelevante si la munición venía de la policía antidisturbios o la policía militar, lo que es relevante es quién dio las órdenes para disparar fuego real contra los manifestantes», aseguró la directora de Oriente Medio de la ONG, Sarah Leah Whitson.

HRW recordó que las fuerzas de seguridad «tienen el derecho de utilizar una fuerza proporcionada cuando es estrictamente necesario, pero el uso de armas de fuego solo está permitida en contra de una amenaza de muerte inminente o de grave daño donde los métodos menos extremos son insuficientes».

El documento también denunció que las fuerzas de seguridad apuntan a la cara de los manifestantes cuando disparan pelotas de goma, algo que «fácilmente puede cegar a la gente, por eso están pensados para ser disparados a las piernas en lugar de la cara».

La ONG cita un vídeo en el que pueden verse varios policías disparando a los manifestantes a la altura de la cabeza y uno de los oficiales diciéndole a otro: «Le has dado en el ojo, bien hecho».

Los disturbios en la plaza Tahrir de El Cairo y las calles aledañas comenzaron el pasado sábado, cuando las fuerzas de seguridad intentaron desalojar un grupo de manifestantes que reclamaba la dimisión del jefe de la Junta Militar que gobierna el país, Husein Tantaui, y se han prolongado durante cinco días.

A pesar de la violencia que se vive en las calles del centro de El Cairo, las autoridades reiteran que las elecciones parlamentarias previstas para el próximo día 28 de noviembre se celebrarán en esta fecha y no serán pospuestas.

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