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Presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo lamenta que ex general Bussi se llevara «secretos a la tumba»

«Hoy ha muerto un señor que nunca confesó (sus crímenes), que nunca se arrepintió y, es más, que juró que lo volvería a hacer», señaló Estela de Carlotto.


La presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, lamentó que el ex general Antonio Bussi, fallecido hoy a los 85 años, se llevara «sus secretos a la tumba» y aseguró que «solamente habló para decir barbaridades».

«Hoy ha muerto un señor que nunca confesó (sus crímenes), que nunca se arrepintió y, es más, que juró que lo volvería a hacer», señaló Carlotto.

«Nadie desea la muerte de nadie, pero aunque sea tardíamente empezó a pagar sus culpas», afirmó en declaraciones a la agencia estatal Télam.

Estela de Carlotto recordó que el exmilitar «ni siquiera» ayudó a las Abuelas a encontrar a los más de 500 bebés que fueron robados por la dictadura (1976-1983).

Bussi «se llevó sus secretos a la tumba y contra eso no hay nada que podamos hacer. Para lo único que abrió la boca fue para decir barbaridades y esperemos que ahora esté rindiendo cuentas ante el Señor», comentó.

El legislador Gerónimo Vargas Aignasse, hijo del senador desaparecido Guillermo Vargas Aignasse, por cuyo asesinato Bussi fue condenado en 2008 a prisión perpetua, afirmó que la muerte del exgeneral «alivia a la humanidad».

«La muerte siempre es dolorosa pero la de un dictador condenado como Bussi alivia a la humanidad. Te fuiste sin decirnos dónde estaba (su padre). ¡No te perdonamos!», escribió en su cuenta de Facebook.

Rodolfo Vargas Aignasse, hermano del senador asesinado, difundió un comunicado de prensa en el que indicó que Antonio Bussi, al que tildó de «genocida», se «llevó a la tumba el destino de tantos tucumanos que hizo desaparecer».

«Nunca me he alegrado ni he deseado la muerte de un ser humano, por más daño que le haya hecho a mi familia y a la sociedad. Sólo perseguí la Justicia por la muerte de mi hermano y la obtuve», subrayó.

«¡Qué suerte tienen sus hijos, esposa y nietos que esta democracia les permite velar sus restos y llevarlos a un lugar elegido por ellos! Sus deudos tendrán un lugar determinado donde dejar una flor, privilegio que muchos tucumanos no tendremos nunca porque Bussi se llevó consigo el secreto al sepulcro», añadió.

José Luis Bussi, hijo del exmilitar, dijo que su padre «ahora está en paz» y aseguró que «el tiempo lo reconocerá como uno de los grandes hombres de la historia del país».

Antonio Bussi estaba hospitalizado desde mediados de mes a causa de una insuficiencia cardíaca crónica, con problemas respiratorios y renales en etapa terminal, según dictaminaron los médicos.

Por tal motivo, quien fuera gobernador de Tucumán durante la dictadura militar (1976-1983) y luego en democracia (1995-1999), había sido apartado de un juicio en el que debía responder por el secuestro y asesinato de dos militantes de izquierdas.

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