El docimento responsabilizó al gobierno y las fuerzas de seguridad por torturas, violencia sexual y desapariciones forzosas contra los manifestantes.
Un informe de Naciones Unidas acusó a las autoridades sirias de violaciones sistemáticas a los derechos humanos en el manejo de las manifestaciones antigubernamentales.
El informe responsabilizó al gobierno y las fuerzas de seguridad por torturas, violencia sexual y desapariciones forzosas contra los manifestantes.
Aunque no pudieron entrar al país, los investigadores de la ONU entrevistaron a más de 200 víctimas y testigos, incluyendo exsoldados que se negaron a obedecer órdenes de disparar contra multitudes de personas desarmadas.
La ONU pidió un cese inmediato de la violencia.
Mientras tanto, el gobierno sirio condenó la imposición de sanciones en su contra por parte de la Liga Árabe.
El canciller sirio, Walid al-Moallem, dijo que su decisión cierra la posibilidad de resolver la crisis.
En una conferencia de prensa en Damasco, al-Moallem señaló que la Liga Árabe se negó a reconocer la existencia de una insurgencia armada en su país.
