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Ex miembro del Mossad: «Israel y EE. UU. desarrollan una guerra secreta contra Irán»

Definió la situación actual como “algo intermedio entre la guerra y la diplomacia, algo que puede desembocar en guerra abierta pero mantiene abiertas vías de contacto más o menos encubiertas”.


El ex director del Consejo Nacional de Seguridad de Israel y ex subdirector del Mossad, Ilan Mizrahi, aseguró que “la guerra secreta entre Irán y otros países, como Israel, Estados Unidos y Arabia Saudita, está en marcha prácticamente desde la revolución de 1979”.

Esto, en relación al asesinato de un científico nuclear iraní y luego que Israel se negara a ofrecer comentarios oficiales sobre el episodio y la Casa Blanca rechazara categóricamente la implicación de Estados Unidos, consignó la prensa española.

El veterano de los servicios secretos israelíes, que se reunió con un grupo de periodistas en un hotel de Jerusalén, dijo que «en esa guerra secreta hay bastantes participantes, la oposición iraní incluida, y nadie actúa por su cuenta».

En esa línea, definió la situación actual como “algo intermedio entre la guerra y la diplomacia, algo que puede desembocar en guerra abierta pero mantiene abiertas vías de contacto más o menos encubiertas”.

Según detalla el País.com, la clave del juego en estos momentos es la aspiración iraní de poseer armas nucleares, con el fin de equilibrar unas fuerzas por el momento muy favorables a sus rivales. Las cada vez más severas sanciones impuestas a Irán para que renuncie a su programa nuclear han ampliado el juego al ámbito del petróleo: Teherán afirma que si siguen estrangulándose sus exportaciones de crudo, cerrará el estrecho de Ormuz y cortará el paso al petróleo de los saudíes y del resto de monarquías del Golfo, lo que dispararía los precios y ejercería un impacto inmediato sobre Occidente, apunta.

Y agrega: En los últimos días han llegado a Israel unos 8.000 pilotos y técnicos aéreos del Ejército estadounidense para participar en lo que, en principio, deberían ser las mayores maniobras militares conjuntas realizadas entre Israel y Estados Unidos. Un número indeterminado de pilotos israelíes se ha desplazado a su vez a bases estadounidenses en Alemania. Pero Desafío Austero, como se ha llamado a la operación, «ha dejado ya de consistir en unas maniobras militares para convertirse en un despliegue», según el general Frank Gorenk. El despliegue podría servir tanto para mantener abierto Ormuz como para lanzar un ataque directo contra Irán.

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