«A raíz de esta situación, el presidente de la República ha instruido al embajador de Chile en Cuba (Rolando Drago) para efectos de expresar al Gobierno cubano nuestra preocupación por el respeto que se da en ese país a las libertades civiles y a los derechos humanos», añadió.
El Gobierno de Chile lamentó hoy la muerte del disidente cubano Wilman Villar y manifestó su preocupación por la situación de los derechos humanos en la isla antillana.
Villar, que según fuentes de la oposición interna cubana murió después de mantenerse 50 días en huelga de hambre, estaba condenado desde noviembre de 2011 a cuatro años de prisión tras participar el pasado julio en una manifestación contra el régimen, por lo cual se le acusó de desacato, resistencia y atentado a la autoridad.
Al término de una reunión del Comité Político celebrado en la residencia veraniega de los presidentes de Chile, en la ciudad de Viña del Mar, Andrés Chadwick, portavoz del Gobierno que encabeza el conservador Sebastián Piñera, dijo a los periodistas que el Ejecutivo «lamenta» la muerte de Wilman Villar.
«El Gobierno de Chile lamenta enormemente la muerte del ciudadano cubano Wilman Villar, que ha muerto en una huelga de hambre», precisó Chadwick.
«A raíz de esta situación, el presidente de la República ha instruido al embajador de Chile en Cuba (Rolando Drago) para efectos de expresar al Gobierno cubano nuestra preocupación por el respeto que se da en ese país a las libertades civiles y a los derechos humanos», añadió.
«El embajador ya ha sido contactado, hemos hablado en el día de hoy con él y lo hará próximamente ante la Cancillería y el Gobierno cubano en La Habana», concluyó.
La Habana negó ayer que Villar, de 31 años, que fue sepultado el mismo día en el oriente de Cuba, fuese un preso político y que estuviese en ayuno.
También calificó de «cínicas» e «inaceptables», respectivamente, las condenas expresadas por Estados Unidos y España sobre la muerte de Villar.
