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EEUU: aspirantes republicanos defienden uso de espionaje para derribar régimen de Castro

Rick Gingrich, que ganó el sábado las primarias de Carolina del Sur, expresó su determinación a dejar claro que «como presidente, no permitiré cuatro años más de su dictadura». Newt Santorum, por su parte, consideró que el régimen cubano representa una «amenaza grave» para la seguridad de Estados Unidos.


Los aspirantes republicanos a la presidencia de EE.UU. Newt Gingrich y Rick Santorum defendieron este martes el uso de «operaciones encubiertas» de espionaje como vía para derribar el régimen de los hermanos Fidel y Raúl Castro en Cuba.

Los cuatro precandidatos republicanos en liza enfrentaron sus posturas sobre la política que Washington debe tomar con respecto a Cuba en un debate en la Universidad del Sur de Florida (Tampa), el próximo estado en sostener primarias y que cuenta con una importante población de origen cubano.

Gingrich, que ganó el sábado las primarias de Carolina del Sur, expresó su determinación a dejar claro que «como presidente, no permitiré cuatro años más de su dictadura».

Aunque descartó el despliegue de tropas o el uso de la fuerza militar en la isla, el aspirante abogó por «emplear cualquier recurso que Estados Unidos tenga en su poder, incluidas las operaciones encubiertas, como (el ex presidente Ronald) Reagan hizo con los soviéticos».

Santorum, por su parte, consideró que el régimen cubano representa una «amenaza grave» para la seguridad de Estados Unidos y respaldó «el uso de tácticas como las que Newt ha sugerido» para debilitarlo.

«Las sanciones deben continuar hasta que los hermanos Castro estén muertos, y más allá», sentenció el aspirante, que aseguró que «Cuba, Venezuela y Nicaragua tienen redes crecientes de gente que trabaja con yihadistas e iraníes, y que están dispuestos a construir plataformas militares a 150 kilómetros de nuestra costa».

El ex gobernador de Masachusets, Mitt Romney, denunció que el presidente Barack Obama ha tomado un «camino muy peligroso con respecto a Cuba» y que Estados Unidos debe «mantenerse del lado de aquellos cubanos que quieren libertad».

Preguntado cuál sería su reacción si, como presidente, recibe una llamada anunciando la muerte de Fidel Castro, Romney respondió que «agradecería al cielo que haya devuelto a su creador».

Gingrich replicó que no cree que el líder revolucionario «vaya a conocer a su creador», sino que «irá a otro lugar».

El congresista Ron Paul, por su parte, se opuso a sus rivales al asegurar que «es hora de que Estados Unidos abandone la estrategia aislacionista de no hablar con la gente».

«La guerra fría se ha acabado. Paul abogó por abrir una conversación con La Habana como las que se iniciaron con Rusia o China, y «que finalmente llevaron al comercio».

Los aspirantes debatieron también sobre asuntos de inmigración, como el «Dream Act», un proyecto de ley que abriría un camino a la ciudadanía para algunos indocumentados menores de 16 años, y que Romney ha prometido vetar si llega a la presidencia y es aprobada.

Gingrich indicó que él trabajaría «para crear una versión de la ley que estableciera la posibilidad de un camino a la ciudadanía para aquellos inmigrantes que quisieran participar en las Fuerzas Armadas», pero no para «cualquiera que quiera ir a la universidad».

En su versión actual, la iniciativa beneficiaría tanto a los graduados de secundaria que presten servicio militar como a los que completen al menos dos años en la universidad.

Romney apuntó que apoyaría el mismo enfoque «centrado en el servicio militar» que apoyó Gingrich.

Con las primarias de Florida el próximo 31 de enero, tanto Gingrich como Romney se opusieron a que pueda haber papeletas en español en esas elecciones, pese a que ambos han difundido anuncios en ese idioma en el estado.

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