Alicia Castro ocupará la embajada argentina en Londres, vacante desde 2007. Viene precedida de una reputación combativa y buscará poner más presión en el tema Malvinas/Falklands.
La imagen que marcó la entrada en el mundo político de la nueva embajadora argentina en el Reino Unido fue cuando izó la bandera de Estados Unidos en el Congreso.
Ocurrió en 2002, los diputados discutían la aprobación de una legislación económica que en las bancadas de la izquierda se veía como impuesta dentro de un recetario de pedidos del Fondo Monetario Internacional.
En protesta por lo que parecía una aprobación segura, la ahora embajadora y entonces parlamentaria Alicia Castro desplegó la bandera de estrellas y rayas azules y rojas tras decir que era una forma de terminar de supeditar el Congreso a los designios de EE.UU.
Ejemplos como éste son utilizados para describir el carácter fuerte y combativo de la nueva representante diplomática de Cristina Fernández de Kirchner en Londres, que coincide con el inicio de un período álgido de relaciones bilaterales entre ambos países por la disputada soberanía de las islas Malvinas/Falklands.
Castro es la primera persona que ocupa el cargo de embajador en el Reino Unido desde 2007. Desde entonces sólo había un representante comercial.
Se estima que la prioridad de la nueva embajadora será impulsar el tema de las islas del Atlántico Sur, sobre el que Argentina pretende que el gobierno británico acepte al menos iniciar una mesa de conversaciones y negociaciones.
Desde que terminó el conflicto bélico entre ambos países, los diferentes jefes de Estado británicos han sido firmes en la idea de no discutir nada y de proteger el principio de autodeterminación de los isleños.
BBC Mundo intentó comunicarse con la diplomática para tratar los objetivos de su nuevo puesto, pero desde el gobierno argentino la respuesta fue «ella ahora no está hablando (con medios)».
Los inicios de Castro en la actividad política se dieron en el sindicalismo, como delegada en Aerolíneas Argentinas, empresa donde trabajaba entonces.
En 1997 compitió y resultó electa por primera vez como legisladora como representante de una agrupación de izquierda. Repitió en el escaño en 2001.
Es en este segundo período como parlamentaria que se dio su acercamiento a la política venezolana, porque fue ella quien en 2003 impulsó un proyecto para darle entrada a Venezuela al bloque regional Mercosur.
La ahora diplomática fue de hecho un actor clave en el acercamiento que se inició entre Venezuela y Argentina con la llegada a la presidencia de Néstor Kirchner en ese año.
El gobierno de Hugo Chávez firmó una serie de acuerdos con su par argentino -compra de deuda externa, cooperación agrícola, contratación de astilleros, entre otros- y Castro participó en de las conversaciones.
De hecho, en 2006 fue nombrada embajadora de Argentina en Caracas, cargo que ocupó hasta diciembre pasado.
En Venezuela era conocida la cercanía entre la embajadora y Chávez. Personas cercanas al gobierno comentaban sobre la fuerte amistad entre ambos, lo que en algún momento incluso fue señalado como una relación sentimental según repetían (con ligereza) comentaristas críticos del gobierno venezolano. Algo, sin embargo, que nunca fue confirmado seriamente.
Este viernes, BBC Mundo pudo conocer que Castro arribó a Argentina luego de despedirse de sus conocidos y allegados tras casi seis años en Caracas.
Por su fuerte carácter y por ser señalada como muy nacionalista, se considera que Argentina aumenta con la nueva embajadora la presión sobre Reino Unido en la disputa territorial.
Este jueves, el ministro de Relaciones Exteriores argentino, Héctor Timerman, repitió la línea del gobierno argentino: «se buscará mediante el derecho internacional que se hable sobre lo que ya dijo Naciones Unidas sobre el tema».
Una resolución de la ONU de los años 1960 sobre Malvinas/Falklands instó al gobierno británico a negociar la soberanía.
Según señaló este viernes a medios locales el vicepresidente argentino Amado Boudou, «la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cree que Alicia Castro hará un muy buen trabajo al frente de la embajada de Gran Bretaña, como lo hizo en Venezuela».
Por su parte, el ex canciller argentino Jorge Taiana aseveró que «cubrir la embajada (antes vacante) es un paso positivo».
«Nosotros tenemos que lograr que Gran Bretaña se siente a negociar, y eso lo vamos a lograr generando presión internacional y actuando sobre la opinión pública británica», agregó Taiana.
En los pasillos del gobierno argentino se señala que el objetivo oficial es lograr que se abra una negociación sobre Malvinas/Falklands, aprovechando la atención que generará sobre la opinión pública nacional e internacional el 30° aniversario de la guerra por las islas.
En días recientes ambos gobiernos han intercambiado declaraciones, luego de que el primer ministro británico, David Cameron, tildase de «colonialistas» las pretensiones de Argentina sobre las islas.
Esto generó una réplica de la mandataria Fernández de Kirchner, quien dijo que tal señalamiento era «el mundo al revés».
