La manifestación estaba convocada por partidos políticos como Los Verdes y el socialdemócrata, sindicatos, ONG y grupos católicos, evangélicos e israelíes, bajo el lema «Sentemos un precedente. Contra el extremismo de derechas y el baile del WKR»».
Veinte personas fueron detenidas y otras nueve resultaron heridas leves cuando se protestaban anoche en Viena por la celebración del baile anual de una asociación estudiantil a la que se vincula a grupos neonazis y en la que participaron líderes ultras europeos.
Los detenidos están acusados de provocar incendios y daños materiales durante la protesta, según informó hoy a Efe la oficina de prensa de la Jefatura de Policía de Viena.
La manifestación estaba convocada por partidos políticos como Los Verdes y el socialdemócrata, sindicatos, ONG y grupos católicos, evangélicos e israelíes, bajo el lema «Sentemos un precedente. Contra el extremismo de derechas y el baile del WKR»».
Según la fuente, los heridos son seis policías y tres asistentes al baile, todos de carácter leve.
Los manifestantes bloquearon el acceso de los autobuses que llevaban a los asistentes al baile, que en algunos casos tuvieron que ser escoltados por los agentes.
Según la Policía, unas 2.500 personas participaron en la concentración de repulsa a este baile, una cifra que los organizadores eleva a 10.000.
El baile está organizado por WKR (una asociación de 21 cofradías radicales nacionalistas) que desde hace décadas celebra esta reunión en salones cedidos en el Hofburg, el antiguo palacio imperial que hoy día es patrimonio del Estado austríaco.
Este año será la última vez que el baile se celebre en este histórico lugar, ya que las autoridades han vetado a la WKR su uso en el futuro.
Líderes ultraderechistas europeos, como la líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen; Kent Ekeroth, del partido de los demócratas suecos; y el belga Philip Claeys, de la formación Vlaams Belang, acudieron invitados a esta cita, según indicó la agencia APA.
La celebración de este año fue especialmente polémica al coincidir con el aniversario de la liberación del campo de exterminio nazi de Auschwitz (Polonia), algo que ha sido criticado por políticos de izquierda e intelectuales como una afrenta a las víctimas.
