La guerrilla decidió dejar en suspenso la prometida puesta en libertad de cinco policías y un soldado al aducir que el área que habían escogido para la entrega está militarizada, lo que fue negado tajantemente por el gobierno, que pidió a la guerrilla que se deje de “trucos” y los libere “ya”.
El ministro del Interior de Colombia, Germán Vargas Lleras, atribuyó al frente 29 de las FARC el atentado con una moto-bomba que dejó el miércoles último al menos siete personas muertas y 73 heridas en Tumaco, municipio de la costa del Pacífico.
“Todo indica que es el frente 29 de las FARC el que puso esta bomba”, señaló a través de un comunicado, en el que calificó el ataque como un acto de sevicia, porque “la gran mayoría de personas, por no decir la totalidad de las que fallecieron o que se encuentran heridas, son civiles y muy humildes”.
Además, Vargas Lleras consideró que la actitud de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) es contradictoria, pues perpetra atentados en los que mueren civiles y uniformados mientras manifiesta su intención de avanzar en una salida negociada al conflicto.
“Resulta paradójico que cuando esta organización ha anunciado la entrega de unas personas que están secuestradas hace tantos años, en la intención de avanzar hacia un eventual diálogo político, cometan hechos como los que tuvieron lugar en Tumaco”, resaltó.
La guerrilla decidió dejar en suspenso la prometida puesta en libertad de cinco policías y un soldado al aducir que el área que habían escogido para la entrega está militarizada, lo que fue negado tajantemente por el gobierno, que pidió a la guerrilla que se deje de “trucos” y los libere “ya”.
A través de ese proceso, que miembros de las organizaciones humanitarias mediadoras habían anunciado para febrero o marzo, iban a quedar libres el militar Luis Alfonso Beltrán Franco y los policías Carlos José Duarte, César Augusto Lasso Monsalve, Jorge Trujillo Solarte, Jorge Humberto Romero y José Libardo Forero.
El atentado en Tumaco, que se registró sobre las 14.00 hora local (19.00 GMT), dejó un saldo que según el último registro del secretario de Gobierno de Nariño, Pedro Vicente Obando, se eleva a siete muertos y 73 heridos.
Obando explicó a Efe que tres personas fallecieron en el lugar del accidente, dos perdieron la vida en el quirófano y otros dos murieron cuando eran trasladados en avión a Cali, tercera ciudad más importante del país y capital del departamento del Valle del Cauca, cercano al de Nariño, donde tuvo lugar el ataque.
De los 73 heridos, al menos 33 casos revisten gravedad, por lo que 12 de ellos han sido trasladados a un hospital en Cali.
Unos 24 heridos son agentes que se encontraban en la estación de Policía de Tumaco, frente a la cual los autores del atentado detonaron el artefacto explosivo colocado en una motocicleta.
Las demás víctimas son “civiles: hombres, mujeres y niños”, según Obando.
El secretario de Gobierno nariñense agregó que el puesto de Policía “quedó destruido” y resultaron afectadas las casas alcanzadas por la onda expansiva, que cubrió cerca de cuatro cuadras a la redonda.
