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México se acuerda ahora de Sudamérica

Tras décadas de enfocarse en la economía norteamericana, México pretende ahora incorporarse a Unasur. ¿Por qué el cambio?


Durante varias décadas la mayoría de los vínculos comerciales de México se han concentrado en Estados Unidos. Pero ahora empieza a mirar al otro lado del continente.

El gobierno mexicano pretende incorporarse como observador de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), un primer paso a la integración total con esa comunidad.

Más allá de las razones comerciales, algunos se preguntan las causas de esta nueva estrategia. De acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), México pretende incorporarse al “exitoso” club por la vocación latinoamericana del país.

Pero otros ofrecen argumentos distintos. Jorge Witker Velásquez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), encuentra una mezcla de factores en esta decisión:

La crisis financiera de Estados Unidos, el crecimiento económico y la mayor influencia de Brasil en el mercado latinoamericano, así como las próximas elecciones presidenciales de México.

“El partido en el gobierno, Acción Nacional, ve cómo la política de dependencia total con el norte no le está dando ningún fruto y ha aislado a México del resto de América Latina”, dice Witker en conversación con BBC Mundo.

Política

El proceso de formación de la Unasur inició en 2000, pero fue hasta siete años después que quedó conformada por completo. En marzo pasado entró en vigor el tratado que rige a esta comunidad.

Los países miembros son Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, donde vive el 68% de la población de América Latina.

México empezó el trámite de incorporación como observador a principios de 2011 y no se ha definido cuándo concluirá.

Hasta ahora varios países se han mostrado conformes con el proyecto. La presencia mexicana en la comunidad suramericana podría ayudar a equilibrar la competencia comercial entre los dos países más grandes, Argentina y Brasil, según han publicado medios de esos países.

El gobierno de México ha dicho que promoverá los esfuerzos necesarios para participar como un socio más de Unasur, no sólo por razones comerciales sino por el peso político que la comunidad tiene en el resto de América Latina.

Tarde

Pero el investigador Witker afirma que hay otros elementos detrás de esta decisión.

Por su estrecha vinculación económica con Estados Unidos México tuvo un impacto mayor en la recesión financiera de 2008 que el resto de América Latina.

En 2011 las exportaciones mexicanas a su principal socio comercial fueron de US$263.000 millones, 14% menos que el año anterior y de acuerdo con algunos analistas la caída en ventas está vinculada con los problemas financieros estadounidenses.

Desde hace algunos años el gobierno del presidente Felipe Calderón aumentó los vínculos con países de Centro y Sudamérica, e incluso recientemente firmó un tratado de libre comercio con Perú.

Por eso la mirada a la comunidad económica suramericana, dice el investigador.

“Hay que ver los resultados que ha tenido cada uno de los miembros de Unasur, encabezados por Brasil. Un crecimiento nada despreciable y atractivo, en comparación con el exiguo y mísero crecimiento que ha tenido México por estar girando en torno a la economía de Estados Unidos”, explica Witker.

Pero ¿realmente servirá al país su incorporación a la Unión?

“Es un cambio inoportuno y tardío”, dice el analista, además que el gobierno “sigue con la política de firmar tratados de libre comercio que no le han dado ningún resultado”.

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