«El nuevo proyecto de Estados Unidos de resolución sobre Siria es una ligeramente renovada versión del documento vetado la pasada vez. Necesita ser considerablemente equilibrada», escribió en su página de Twitter el viceministro ruso.
El nuevo proyecto de resolución para llevar al Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria ofrecido a China y Rusia por Estados Unidos no satisface a Moscú, declaró este martes el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Guennadi Gatílov.
«El nuevo proyecto de Estados Unidos de resolución sobre Siria es una ligeramente renovada versión del documento vetado la pasada vez. Necesita ser considerablemente equilibrada», escribió en su página de Twitter el viceministro ruso.
Rusia y China ya han vetado dos propuestas de resoluciones presentadas por países occidentales y árabes en el Consejo de Seguridad al considerarlas unilaterales y contraproducentes para la resolución del conflicto sirio.
El Gobierno de Estados Unidos expresó ayer su confianza en que la llegada a la presidencia rusa de Vladimir Putin tras las elecciones presidenciales del domingo conduzca a un cambio en la postura de ese país con respecto a Siria.
«Trabajamos con China, Rusia y otros países del Consejo de Seguridad sobre aquello que podemos hacer, pero no estamos en la etapa cuando nace un proyecto consensuado», lamentó la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
Rusia, por su parte anunció ayer que exigirá a Naciones Unidas una evaluación jurídica de las propuestas lanzadas estos días por algunos países para armas a la oposición siria.
Moscú se dirigirá a la ONU con la exigencia de aclarar las declaraciones de algunos cargos oficiales a favor de armar a la oposición siria y pedirá su evaluación jurídica en virtud de las resoluciones del Consejo de Seguridad relativas a la prohibición de apoyar la actividad de Al Qaeda y grupos relacionados.
Rusia, que ha rechazado en el Consejo de Seguridad de la ONU toda propuesta de resolución condenatoria contra el régimen de Damasco, insiste en que debe impedirse cualquier injerencia externa en el conflicto sirio y apuesta por un diálogo que no implique la dimisión del líder sirio, Bachar al Asad.
La diplomacia rusa no ha dejado de trazar paralelismos entre Siria y Libia a la hora de valorar y criticar los argumentos de Occidente contra la represión siria y ha acusado a los países que le piden mayor dureza contra Asad de querer derribar el Gobierno de Damasco.
