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Los triunfos de Santorum dan un giro a la contienda republicana en EE.UU.

El ex senador dio la contra a los sondeos, que le otorgaban en su mayoría un segundo o incluso tercer lugar, para imponerse con una exigua ventaja en los dos estados sureños, por cinco puntos en Alabama y dos puntos porcentuales en Mississippi.


Los triunfos contra pronóstico del ex senador Rick Santorum en Alabama y Mississippi imprimieron un nuevo giro a la contienda por la candidatura presidencial del Partido Republicano en EE.UU., en la cual el gran favorito, Mitt Romney, ahora se perfila un poco menos como el aspirante imparable.

En una noche en la que los candidatos se mostraron muy igualados, Santorum dio la contra a los sondeos, que le otorgaban en su mayoría un segundo o incluso tercer lugar, para imponerse con una exigua ventaja en los dos estados sureños, por cinco puntos en Alabama y dos puntos porcentuales en Misisipi.

En segundo puesto quedó el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, quien se jugaba el todo por el todo en estos estados tras unos resultados decepcionantes en lo que va de carrera republicana, donde tan sólo se ha apuntado triunfos en Carolina del Sur y Georgia, su estado de origen.

Romney, a quien las encuestas vaticinaban al menos un triunfo en alguno de los dos estados, quedó en tercer lugar tanto en Alabama como en Mississippi.

Dado que el exgobernador es el gran favorito para imponerse en las otras dos citas electorales de la noche, los caucus o asambleas populares de la Samoa Americana, que pone en juego nueve delegados, y Hawai, que pone en liza veinte, es posible que finalmente sea él quien sume más representantes en esta jornada.

Pero el daño a su imagen de eventual vencedor es tremendo. Las derrotas hoy ponen de relieve sus enormes carencias a la hora de granjearse las simpatías de la corriente conservadora republicana, hoy día la más influyente en esa formación política.

Las encuestas a pie de urna indican que Romney perdió principalmente entre aquellos votantes que se declararon muy conservadores o cristianos evangélicos. Precisamente esos votantes se inclinaron en favor de Santorum.

La campaña de Romney sostiene que, pese a todo, su líder mantiene una amplia ventaja en número de delegados que hace prácticamente imposible que cualquiera de sus rivales pueda llegar al número mágico de 1.144 necesario para conseguir la nominación a la candidatura presidencial republicana para los comicios de noviembre.

No obstante, Santorum puede replicar que es él quien mejor representa a las bases del partido, tras haber logrado victorias en el medio oeste, el corazón del país, y el sur conservador.

Gran parte de lo que pueda ocurrir a partir de ahora dependerá de lo que quiera hacer el tercer aspirante en liza, Newt Gingrich. El ex presidente de la Cámara baja había apostado todo a triunfar en los estados del sur. Esa baza le ha fallado, lo que le deja sin caminos para intentar hacerse con la nominación.

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