Los muertos son un profesor de la escuela y dos de sus hijos, así como la hija del director. Entre los heridos hay un adolescente en estado muy grave.
La Casa Blanca condenó este lunes el «atroz» ataque contra un colegio judío de Toulouse (sur de Francia), en el que murieron tres niños y el padre de dos de ellos, y que ha conmocionado al país.
«Nos unimos al Gobierno de Francia en la condena de este atroz acto de violencia no provocado en los términos más enérgicos posibles», indicó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tommy Vietor, en un comunicado.
La noticia del «terrible ataque» ha entristecido «profundamente» al Gobierno del presidente Barack Obama, subrayó Vietor.
«Nuestros pensamientos y oraciones están con las familias y amigos de las víctimas», añadió el portavoz.
El suceso tuvo lugar poco antes de las 08.00 hora local (07.00 GMT) de hoy cuando un individuo que había llegado en moto al colegio Ozar Hatorah abrió fuego «contra todo lo que tenía por delante», niños y adultos indistintamente, y posteriormente se dio a la fuga con el mismo vehículo, según explicó el fiscal Michel Valet.
Los muertos son un profesor de la escuela y dos de sus hijos, así como la hija del director. Entre los heridos hay un adolescente en estado muy grave.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, afirmó al condenar el ataque que no hay que «ceder ante el terror» y que «hay que hacer todo lo posible para que el asesino sea detenido y rinda cuentas de sus crímenes».
Sarkozy no habló directamente de antisemitismo y mostró cautela antes de sacar conclusiones prematuras de las conexiones entre la matanza de hoy y los asesinatos hace unos días de tres militares franceses, uno también en Toulouse y dos más en la vecina ciudad de Montauban.
