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Atoridades francesas dudan de si el asesino de Toulouse sigue vivo

El presunto asesino, de 23 años, está cercado desde ayer por un fuerte dispositivo policial en su domicilio, un apartamento de la primera planta en un edificio en la calle Sergent Vigné del barrio de la Côte Pavée de Toulouse.


El ministro francés de Interior, Claude Guéant, dijo este jueves que durante toda la noche no se ha podido establecer el contacto con el presunto asesino de siete personas en Toulouse y su región en los últimos días, acorralado en su casa, y dejó caer la idea que podría no estar vivo.

«Se contemplan todas las hipótesis. Tenemos una prioridad, que se pueda rendir, entregarlo a la justicia, y para eso detenerlo vivo. Esperamos que siga vivo», declaró Guéant en una entrevista a la emisora de radio «RTL».

El ministro contó que Mohamed Merah había dicho que se entregaría anoche a las 22.45, pero cuando se estableció contacto con él a esa hora «entró en otra lógica: ha declarado que quería morir con las armas en las manos».

«Desde entonces, y a pesar de los esfuerzos para restablecer el contacto por la radio y a viva voz, no ha habido ningún contacto, ninguna manifestación de su parte», señaló.

Reiteró que «no ha habido ningún movimiento esta noche», pese a que ayer se reventaran las ventanas del piso para poder lanzarle proyectiles con los que mantenerle despierto.

Además, «ha habido un momento en que se han escuchado disparos, pero no sabemos a qué corresponden», indicó antes de insistir en que «es muy extraño que no haya reaccionado».

Preguntado sobre si se va a producir un asalto, el titular de Interior se limitó a decir que «tendremos que salir de esta situación» y avanzó que iba a hablar con el fiscal que lleva la investigación judicial.

En cualquier caso, defendió al RAID, el cuerpo de elite de la policía, de las críticas por la falta de resultados hasta el momento, haciendo hincapié en que «es una unidad excepcional» que ha llevado a cabo operaciones de ese tipo en el pasado y «muy raramente ha habido muertes».

El presunto asesino, de 23 años, está cercado desde las 03.00 hora local (02.00 GMT) de ayer por un fuerte dispositivo policial en su domicilio, un apartamento de la primera planta en un edificio en la calle Sergent Vigné del barrio de la Côte Pavée de Toulouse.

Durante la pasada noche, los agentes del RAID llevaron a cabo diversas detonaciones para presionar al sospechoso de las matanzas.

Guéant, también entrevistado en la cadena de televisión «TF1», explicó por qué las fuerzas del orden no habían neutralizado a Merah pese a ser tan peligroso, al precisar que aunque estaba vigilado por los servicios secretos por su filiación salafista, «nunca había aparecido una tendencia criminal».

«La DCRI (Dirección Central de Información Interior) sigue a muchos radicales islamistas», pero «manifestar opiniones salafistas no basta para llevar a alguien ante la justicia», argumentó.

Puntualizó que en la investigación por las matanzas de los últimos días, sólo se llegó hasta él el lunes por la tarde, a partir de la pista de una dirección de IP, la de su madre, a través de la cual se conectó con el anuncio en internet del primer militar asesinado el pasado día 11, que quería vender su moto.

«A partir de entonces —continuó— todo fue muy rápido», de forma que el martes por la mañana se localizó a Merah en su piso y estuvo continuamente vigilado hasta que se lanzó el asalto fallido en la madrugada del miércoles.

El ministro señaló que durante sus conversaciones con los mediadores de la policía ayer, el sospechoso habló mucho de «cómo había recibido instrucciones de Al Qaeda», que la organización terrorista le propuso participar en un atentado suicida, que él lo rechazó, y que, sin embargo, «aceptó una misión general para cometer un atentado en Francia».

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