El opositor Consejo Nacional Sirio aseguró que los rebeldes que luchan contra el gobierno del presidente al Asad recibirán salarios, al parecer pagados por los países ricos del Golfo Pérsico.
Arabia Saudita y otros países del Golfo Pérsico crearán un fondo multimillonario para financiar a las fuerzas opositoras en Siria, anunció el Consejo Nacional Sirio (SNC).
El dinero pagará los salarios de los combatientes del Ejército Libre Sirio (FSA) y los soldados desertores del régimen del presidente sirio Bashar al Asad.
El anuncio llegó luego la conferencia de «Los amigos de Siria» (que se llevó a cabo el domingo en Estambul) en donde se decidiría gran parte del futuro del movimiento opositor al gobierno de al Asad.
Según el Consejo Nacional Sirio (SNC), los rebeldes que luchan contra el gobierno del presidente Bashar al Asad en Siria recibirán sueldos provenientes de los millones de dólares que los estados ricos del Golfo Pérsico otorgarían cada mes para el fondo del SNC.
Algunos países en la conferencia -sobre todo Arabia Saudita- habían hecho un llamado abierto a otorgar armas a los insurgentes en Siria. Pero otros -como EE.UU. y Turquía- se opusieron a la medida, temiendo que esto pudiera alimentar una guerra civil.
«La oposición deseaba que la conferencia ofreciera una mejor protección para los civiles y mejores armas para los rebeldes del Ejército Sirio Libre (FSA). No obtuvieron ninguna de las dos cosas. En su lugar hubo promesas de mayor financiamiento y equipo no letal, para el SNC y el FSA. Ese fue un progreso diplomático considerable», dijo el corresponsal de la BBC en Estambul, Jonathan Head.
Sin embargo, Damasco apodó al encuentro de los 70 ministros de Exteriores de Occidente y de países árabes como los «Enemigos de Siria» y al que algunos actores clave no asistieron, como Rusia, China e Irán.
Otro avance de la reunión fue el reconocimiento del SNC como el «representante legítimo» de los sirios.
Según dijo en la conferencia el presidente del SNC, Burhan Ghalioun, su grupo se hará cargo del pago de los salarios fijos de todos los oficiales, soldados y otros miembros del FSA.
Una líder del SNC dijo a la BBC que ella esperaba que una financiación más importante pudiera ayudar a vincular a las distintas unidades del FSA en una fuerza de combate más coherente y aliente a otros soldados a desertar del bando gubernamental.
«El apoyo (de la Conferencia) al FSA le dio a los combatientes del brazo armado de la oposición el reconocimiento internacional que habían buscado por tanto tiempo», explicó Head.
Sin embargo, no todos los grupos de la oposición podrían estar de acuerdo con la decisión tomada en la cumbre de canalizar los fondos a través del SNC, así como su reconocimiento como legítimo representante del pueblo sirio.
«Hay muchos activistas que creen que el liderazgo del SNC ha sido muy ineficaz y debe ser reemplazado», agregó.
El presidente del SNC aseguró que su grupo se hará cargo del pago de los salarios fijos de todos los combatientes.
En conferencia de prensa, el canciller turco Ahmet Davutoglu advirtió a Siria que el plan de paz de seis puntos de Kofi Annan -que en principio Damasco aceptó- no era «a término indefinido».
Sus comentarios fueron respaldados por la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, quien dijo que «no hay más tiempo de excusas y retrasos» para el gobierno de Asad. «Este es el momento de la verdad», dijo.
La decisión de aumentar la ayuda no letal a los rebeldes mediante el pago de salarios a los combatientes es un compromiso, asegura Head.
El analista de la BBC asegura que las medidas tomadas no cambiarán el equilibrio de poder dentro de Siria, «pero sirve para demostrar a los restantes aliados de Siria que existe un pesado bloque diplomático dispuesto a defender a la oposición y ayudar a darle forma a una creíble alternativa al régimen de Asad».
«El mensaje que transmite es: el bloque anti-Asad no desaparecerá. Tratando de ganar tiempo, retrasando indefinidamente el cumplimiento de las promesas para acatar los varios planes de paz no funcionará en favor de el presidente Asad», dijo Head.
El Consejo de Seguridad de la ONU escuchará este lunes al enviado especial del organismo y de la Liga Árabe a Siria, Kofi annan, para evaluar la mediación realizada y los avances concretos obtenidos tras la aceptación -con reservas- del plan de paz de seis puntos.
El frente unido mostrado en la conferencia se vio debilitado por la notable ausencia de Rusia y China, que reiteradamente han obstaculizado las resoluciones internacionales que exigen la dimisión del presidente al Asad.
Irak asistió, tras haber sugerido anteriormente que podría no hacerlo. Sin embargo, el primer ministro Nuri al-Maliki dejó en claro de antemano su reticencia a armar a la oposición y que creía que el gobierno sirio podría sobrevivir.
El gobierno sirio asegura estar cerca de poner fin a la insurrección.
El portavoz de la cancillería siria, Jihad al-Makdissi, dijo a la televisión siria que «la batalla para derrocar el Estado ha terminado».
La violencia continuó el domingo, con más de 10 personas reportadas muertas, un día después de más de 60 personas murieron en todo el país.
La ONU cree que al menos 9.000 personas han muerto en la revuelta que lleva más de un año contra el gobierno de al Asad.
