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El Pentágono sigue de cerca el anunciado lanzamiento de misil norcoreano

Corea del Norte anunció el mes pasado su intención de poner en órbita, entre los días 12 y 16 de abril, un satélite de observación terrestre sobre un misil de largo alcance para conmemorar el centenario del nacimiento del fundador del país, Kim Il-sung. Estados Unidos, Corea del Sur y otros países han instado a Corea del Norte a cancelar sus planes, ya que consideran que encubre un ensayo de misiles de largo alcance que violaría las Resoluciones 1718 y 1874 de la ONU.


El Pentágono indicó este jueves que sigue de cerca la situación en la península coreana por la repercusión que puede tener en la región el anunciado lanzamiento de un misil de largo alcance por parte de Corea del Norte este mes.

El portavoz del Pentágono, George Little, advirtió de que «es un asunto muy serio» que desde el Pentágono se está «siguiendo de cerca», porque «entendemos el impacto que puede tener en la estabilidad de la región», dijo en declaraciones a la prensa.

Little llamamó a Corea del Norte a que no siga adelante con sus planes de lanzar el misil ya que, de lo contrario, «violará las resoluciones del Consejo de Seguridad (de la ONU)» que exigen a Pyongyang que renuncie a todos los lanzamientos con tecnología de misiles balísticos.

Corea del Norte anunció el mes pasado su intención de poner en órbita, entre los días 12 y 16 de abril, un satélite de observación terrestre sobre un misil de largo alcance para conmemorar el centenario del nacimiento del fundador del país, Kim Il-sung.

Estados Unidos, Corea del Sur y otros países han instado a Corea del Norte a cancelar sus planes, ya que consideran que encubre un ensayo de misiles de largo alcance que violaría las Resoluciones 1718 y 1874 de la ONU.

El portavoz expresó el deseo del Gobierno estadounidense de que Corea del Norte no siga adelante con el lanzamiento que «es inaceptable para Estados Unidos y otras naciones».

No obstante, el Departamento de Defensa está trabajando con la hipótesis de que se va a producir el lanzamiento, porque «lo han hecho en el pasado» y teniendo en cuenta este precedente «sería negligente si no tomáramos en serio los anuncios de Corea del Norte».

EE.UU. está trabajando muy estrechamente con sus aliados regionales de la República de Corea y Japón para supervisar lo que está sucediendo con respecto al lanzamiento, según dijo Little, quien subrayó el «compromiso inquebrantable» de Estados Unidos con la seguridad de ambos países.

Según la información remitida por Pyongyang a la Organización Marítima Internacional, el lanzamiento se hará desde la estación de lanzamiento de satélites de Sohae, en el condado de Cholsan, provincia de Pyongan del Norte, una zona junto al Mar Amarillo cercana a la frontera norcoreana con China.

Fuentes oficiales norcoreanas han asegurado que se ha elegido una órbita de vuelo segura para el lanzamiento del satélite, de manera que los desechos del cohete portador «no tendrían ningún impacto en los países vecinos».

La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, ha reiterado desde que se conoció el anuncio, que las resoluciones 1718 y 1874 «clara e inequívocamente prohíben a Corea del Norte llevar a cabo lanzamientos que utilicen tecnología de misiles balísticos».

Nuland ha subrayado además que «un lanzamiento de un misil de esas características sería una amenaza para la seguridad regional y sería inconsistente con el compromiso norcoreano de abstenerse de lanzamientos de proyectiles de largo alcance».

Corea del Norte lanzó en abril de 2009 el cohete Taepodong-2 con el satélite de comunicaciones Kwangmyongsong-2, que según el Gobierno norcoreano, entró en órbita, aunque los servicios de inteligencia de Corea del Sur y EE.UU. aseguran que cayó al mar sin alcanzar su objetivo.

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