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Enviado de la ONU para Siria viaja al G20 para impulsar la conferencia

Enviado de la ONU para Siria viaja al G20 para impulsar la conferencia

La amenaza de un inminente ataque liderado por EEUU para castigar al régimen de Bachar al Asad por el presunto uso de armas químicas domina el ambiente de la cumbre de mandatarios, que comienza esta tarde, a pesar de no estar en la agenda.


El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció este jueves que su representante especial para Siria, Lajdar Brahimi, viaja a Rusia para tratar de impulsar en la cumbre del G20 en San Petersburgo la conferencia internacional sobre la crisis en el país árabe.

El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, informó poco después de que planea mantener mañana, viernes, un desayuno de trabajo con sus colegas de los países del G20 al que ha invitado al representante del secretario general.

«Brahimi participará en la cumbre del G20, es miembro de la delegación de Ban Ki-moon», señaló el ministro ruso.

«En momentos en que el mundo está centrado en la preocupación acerca del posible empleo de armas químicas en Siria, debemos empujar más fuerte para que una Conferencia Internacional sobre Siria tenga lugar en Ginebra», dijo Ban, según un comunicado de su portavoz.

«Una solución política es la única forma de poner fin al derramamiento de sangre en Siria», agregó el secretario general, quien asiste en la ciudad rusa a la cumbre de mandatarios.

Ayer, en una conferencia que ofreció en la Universidad de San Petersburgo, Ban aseguró que, de confirmarse que el régimen sirio empleó armas químicas, «esto sería una atroz violación de las leyes internacionales».

Pero señaló que su opción es «seguir presionando a favor de una solución política».

«Es hora de que las partes (del conflicto sirio) dejen de luchar y comiencen a hablar. El pueblo sirio necesita paz», afirmó.

La situación en torno a Siria, con la amenaza de un inminente ataque liderado por EEUU para castigar al régimen de Bachar al Asad por el presunto uso de armas químicas, domina el ambiente de la cumbre de mandatarios del G20, que comienza esta tarde, a pesar de no estar en la agenda.

El presidente de EEUU, Barack Obama, quiere aprovechar la cita de las grandes economías desarrolladas y emergentes para buscar apoyos a una intervención militar, aunque se enfrenta a la oposición de algunos de los líderes, como el anfitrión ruso, Vladímir Putin.

Obama ya cuenta con la autorización del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EEUU para un ataque limitado contra Siria, en respuesta al supuesto uso de armas químicas por parte del régimen de Damasco el pasado 21 de agosto y, que, según Washington, dejó más de 1.400 muertos.

Este es el principio del trámite para obtener la autorización del Congreso estadounidense.

Entre los asistentes al G20 se encuentra uno de los mayores apoyos de EEUU en ese asunto, el presidente francés, François Hollande, quien ha señalado que espera la decisión del Congreso de EEUU sobre una intervención y que mantendrá mañana una reunión bilateral con Obama.

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