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Agencia de seguridad de EEUU investigó indebidamente miles de números telefónicos de sus ciudadanos

Agencia de seguridad de EEUU investigó indebidamente miles de números telefónicos de sus ciudadanos

Organismo violó sus propias normas sobre la recolección de números telefónicos, investigando a muchos más de los que justificaba la existencia de una «sospecha razonable» de vínculos con terroristas en el exterior.


La Agencia de Seguridad Nacional norteamericana (NSA, por su sigla en inglés) investigó indebidamente miles de llamadas telefónicas de ciudadanos estadounidenses, violando sus propias reglas, según documentos divulgados hoy por el Director Nacional de Inteligencia.

Los documentos indican que entre mayo de 2006 y enero de 2009 la NSA violó sus propias normas sobre la recolección de números telefónicos, investigando a muchos más de los que justificaba la existencia de una «sospecha razonable» de vínculos con terroristas en el exterior.

En concreto, durante ese período la NSA realizó indebidamente búsquedas en una extensa base de datos de números telefónicos de ciudadanos estadounidenses, más amplia de lo que permitían las normas que estableció el tribunal especial conocido por su sigla en inglés «FISA».

De acuerdo con una ley federal, ese tribunal especial es el encargado de emitir las citaciones judiciales para la recolección por parte de la NSA de datos de inteligencia dentro del país.

Además, según los documentos divulgados hoy, entre éstos uno de 2009 de Reggie B. Walton, un juez del tribunal «FISA», la agencia tardó en corregir el problema porque carecía del personal que tuviese conocimiento pleno sobre el funcionamiento del sistema.

Los documentos, que totalizan unas 1.800 páginas, fueron desclasificados por la oficina del Director Nacional de Inteligencia (DNI), James Clapper, en respuesta a demandas presentadas por la Unión de Libertades Civiles de EE.UU. (ACLU) y la Electronic Frontier Foundation, dos grupos que velan por la protección de la vida privada de los estadounidenses.

Ambos grupos habían presentado las demandas tras la filtración de miles de documentos de la NSA por parte del excontratista de esa agencia de espionaje, Edward Snowden, que incluyen datos sobre la recolección de miles de números telefónicos.

Según los documentos, la NSA mantuvo una «lista de alerta» de supuestos terroristas, que comenzó inicialmente con cerca de 4.000 números telefónicos pero que posteriormente se amplió a un total de 17.835.

Esa lista se utilizó para cotejar los números telefónicos contra la base de datos más amplia y determinar si algunos de éstos debían incluirse en la lista de los números sospechosos.

El tribunal FISA determinó que la NSA podía mantener la «lista de alerta», pero no podía cotejar los números contra la extensa base de datos si no podía demostrar «sospecha razonable».

En la actualidad, la NSA recibe a diario los archivos telefónicos de las principales compañías de telefonía estadounidenses, incluyendo el número telefónico, llamadas realizadas y recibidas, su hora y duración. Los datos, sin embargo, no incluyen información sobre los clientes o el contenido de las llamadas.

Clapper señaló en un comunicado que los errores fueron reportados a FISA y al Departamento de Justicia, y la NSA tomó medidas para impedir más violaciones de las normas internas en el futuro.

«Los documentos divulgados hoy dan fe del firme compromiso del Gobierno para detectar, corregir y reportar errores que ocurren en la aplicación de complejas actividades de recolección de inteligencia, y de mejorar continuamente sus procesos de vigilancia y cumplimiento», dijo Clapper en un comunicado.

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