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Contratista militar de Texas es uno de los autores del ataque en base naval de EE.UU. que dejó al menos 13 fallecidos La balacera recordó a tiroteos anteriores en bases militares norteamericanas

Contratista militar de Texas es uno de los autores del ataque en base naval de EE.UU. que dejó al menos 13 fallecidos

Los registros señalan que el sujeto identificado como Aaron Alexis, quien falleció en el lugar de los hechos, pasó cuatro años como reservista de la Marina entre mayo de 2007 y enero de 2011. La policía está buscando aún a un segundo sospechoso de raza negra y de unos 40 años. Los agentes federales desplegaron un trabajo en terreno que contempla 3.000 personas. [Actualizada]


El número de víctimas mortales del tiroteo registrado hoy en unas instalaciones de la Marina estadounidense en Washington asciende a 13, incluido el autor, que ha sido identificado por el FBI como Aaron Alexis, un contratista militar de Texas.

El alcalde de la ciudad, Vincent Gray, dio en una rueda de prensa ese balance provisional de víctimas y confirmó que las fuerzas de seguridad aún no han encontrado a un segundo sospechoso de la matanza, de la que se desconocen los motivos.

El FBI (Buró Federal de Investigaciones) informó, por su parte, de que el autor del tiroteo fue Aaron Alexis, un contratista militar de Texas, de 34 años y raza negra, que falleció en circunstancias no especificadas en el mismo lugar, una instalación del Mando de Sistemas Navales de la Marina, a orillas del río Anacostia.

Alexis podría haber actuado con la ayuda de un segundo sospechoso, un hombre negro de unos 40 años, con patillas canosas y vestido con un uniforme de estilo militar verde oliva, que huyó del lugar.

Los registros militares de Alexis indican que pasó cuatro años como reservista de la Marina entre mayo de 2007 y enero de 2011, momento en el que fue licenciado, según el Pentágono.

Según fuentes médicas, entre las personas heridas en el tiroteo está un agente de la Policía Metropolitana, que al igual que dos mujeres se encuentra en estado crítico. Según Janis Orlowsky, portavoz de MedStar Hospital Center, al que fueron trasladados algunos heridos, señaló que «el agente de policía trasladado aquí presenta múltiples heridas de bala en las piernas».

El oficial de policía y dos mujeres están siendo tratados en el hospital Medstar de la capital estadounidense por las heridas de bala recibidas durante el tiroteo.

Orlowsky señaló que los tres heridos tienen pronósticos favorables y se espera que se recuperen totalmente. Aunque no proporcionó las edades, explicó que tanto el oficial de policía como una de las mujeres están siendo operados. «La otra joven es una persona muy muy afortunada», dijo Orlowsky al explicar que había recibido un balazo que le rozó la cabeza pero no llegó a penetrar en el cráneo, por lo que no ha necesitado cirugía.

Orlowsky, visiblemente emocionada, relató que el padre de esa joven había ido a buscar a su hija cuando conoció la noticia del tiroteo y la encontró herida en las instalaciones de la Armada

La portavoz dijo que, de acuerdo con lo comunicado por los heridos, en el ataque se usaron armas automáticas.

Los agentes federales han desplegado un ingente dispositivo de seguridad en la zona del Navy Yard, un complejo de la Marina a orillas del río Anacostia en el que trabajan unas 3.000 personas.

La zona se encuentra totalmente acordonada, con la presencia de helicópteros y varios equipos de operaciones especiales.

También se ha decido reforzar la seguridad en varios edificios militares como el del Pentágono, a varios kilómetros de distancia, y donde el aumento de la alerta solo se ha tomado como «medida de precaución», debido a que la situación aún no está controlada.

El Senado decidió también suspender su jornada de trabajo con antelación hoy debido a que se mantiene la alerta tras el tiroteo, después de que se recomendara a los legisladores no abandonar los edificios del Capitolio por seguridad.

El tráfico aéreo del aeropuerto de Ronald Reagan, cercano a las instalaciones, estuvo suspendido por algún tiempo, pero poco después reabrió sus operaciones.

Además, una decena de colegios del área de Washington se mantuvieron cerrados con los alumnos en el interior como medida de cautela.

El presidente estadounidense, Barack Obama, se refirió al tiroteo como «un acto cobarde».

«Sabemos que numerosas personas resultaron heridas y algunas han muerto», añadió Obama desde la Casa Blanca sin dar más detalles ya que afirmó no se conocían «todos los hechos».

La residencia presidencial se encuentra a unos 8 kilómetros del lugar de los hechos.

VIOLENCIA EN EL EJÉRCITO

El corresponsal de BBC Mundo en Washington, Thomas Sparrow, ha señalado que, mientras los detalles sobre el suceso continúan apareciendo a cuentagotas, este tiroteo en una instalación de la Marina recuerda otro caso que afectó a las fuerzas militares de Estados Unidos: el de Nidal Hasan, quien abrió fuego en 2009 en una instalación médica de la base de Fort Hood, en el estado de Texas.

“Hasan, un exsiquiatra militar, fue sentenciado a muerte por inyección letal a finales de agosto por sus acciones, en las que murieron 13 personas y 32 fueron heridas”, recuerda Sparrow.

Además, este tiroteo en Washington vuelve a poner sobre la mesa un tema muy sensible para los estadounidenses: el de la violencia armada en general.

Todavía están frescos en la memoria dos tiroteos dolorosos de 2012, el de un cine en Aurora, Colorado, y el de un colegio en Newtown, Connecticut.

A las pocas horas del tiroteo, el Pentágono confirmó en un comunicado que se incrementó la seguridad en la capital y apuntó que el secretario de Defensa Chuck Hagel “está siguiendo de cerca la situación y que aseguró a la Marina que le proveerá todos los recursos necesarios” para recuperarse de este suceso.

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