El ejercicio se ha puesto en marcha en prácticamente todas las regiones de Rusia con el fin de preparar a la población y a distintas autoridades para catástrofes o un escenario de conflicto armado.
Más de 60 millones de rusos participan hoy en un simulacro masivo en el que se ponen a prueba todos los sistemas de defensa civil y los servicios de emergencia del país en más de 350 posibles escenarios de catástrofes.
«Más de 12 millones de personas tomarán parte activa en el simulacro, mientras que más de 60 millones de rusos lo harán en mayor o menor medida», explicó en una reunión de trabajo el ministro de Situaciones de Emergencias ruso, Vladímir Puchkov.
El ejercicio se ha puesto en marcha en prácticamente todas las regiones de Rusia con el fin de preparar a la población y a distintas autoridades para catástrofes o un escenario de conflicto armado, según las agencias locales.
«También tenemos previsto poner a prueba las nuevos desarrollos (tecnológicos) rusos, comunicaciones, bases de datos», agregó el titular de la cartera de Emergencias.
La agencia oficialista RIA Nóvosti informó tras empezar el simulacro de la muerte de 55 personas por un escape de cloro en unas instalaciones hidrológicas en Siberia Occidental.
«Se ha producido un escape de cloro tanto en forma de gas como líquido. Como resultado del accidente, murieron 55 personas», mientras que otras 163 resultaron heridas por envenenamiento», señalaba un comunicado del ministerio.
Sólo quince minutos más tarde, las autoridades precisaron que se trataba de una información falsa, remitida a los medios como parte del simulacro.
«En el marco del simulacro, la población será informada (de las supuestas catástrofes) mediante el sistema centralizado de alerta, emisoras de radio, canales de televisión y el sistema integral nacional para la alerta e información a la población», advierte en un comunicado de Situaciones de Emergencias.
Los servicios de emergencias desplegarán hoy a casi todos sus efectivos y montarán decenas de complejos móviles de socorro y rescate, campamentos e instalaciones para alojar y atender a las víctimas, puestos de control radiactivo y químicos, según una nota de la cartera.
