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Al menos ocho muertos durante el asalto a un almacén de arroz en Filipinas

Al menos ocho muertos durante el asalto a un almacén de arroz en Filipinas

Las víctimas mortales perecieron al derrumbarse uno de los muros del complejo durante la invasión.


Al menos ocho personas han muerto en la ciudad de Alangalang, en la provincia de Leyte, cuando una turba de miles de supervivientes del tifón «Haiyan» asaltó un almacén gubernamental donde se guarda el arroz antes de su distribución entre los damnificados, informan las autoridades.

El portavoz de la Autoridad Nacional de Alimentación, Rex Estoperez, indicó a los medios que las víctimas mortales perecieron al derrumbarse uno de los muros del complejo durante la invasión.

Cerca de 100.000 sacos de arroz fueron sustraídas ante a la impotencia de los miembros de la policía y soldados desplegados en la zona para mantener la seguridad.

El portavoz del organismo gubernamental indicó que hay otros almacenes en la región, pero evitó dar los emplazamientos de estos silos por razones de seguridad.

A pesar de que tanto el Ejército como la Policía Nacional han enviado refuerzos a la provincia del Leyte, los saqueos esporádicos continúan ante la urgente necesidad de víveres primarios de la población afectada.

Miles de personas forman interminables colas para recibir la ración de arroz y agua que las autoridades locales han establecido para cada afectado en los lugares habilitados para el reparto.

Las gasolineras de la región, otro de los bienes básicos, son custodiadas por decenas de militares y miembros de seguridad armados, que aún así, en alguna ocasión han tenido problemas para mantener controlada a la población.

Cinco días después de que el tifón «Haiyan» arrasara las provincias centrales de Filipinas, las provisiones de alimentos y agua potable y el suministro de material médico continúan llegando con cuentagotas a las provincias centrales de Samar, Leyte y el norte de Cebú, las más afectadas por el desastre natural.

El Consejo para la Gestión y Reducción de Desastres de Filipinas elevó a 1.833 el número oficial de muertos en su último informe, en el que también confirmó que al menos hay 2.623 heridos y 84 desaparecidos.

El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, descartó anoche que el número de fallecidos alcance los 10.000, como estimó Naciones Unidas, e indicó que la cifra rondará entre los 2.000 y los 2.500, durante una entrevista con el canal estadounidense «CNN».

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