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¿Pueden pagar los bancos su deuda ante la sociedad?

¿Pueden pagar los bancos su deuda ante la sociedad?

Los US$13.000 millones que debe pagar el JP Morgan son el punto de referencia de las demandas en curso a grandes bancos en los Estados Unidos. ¿Será suficiente para hacer olvidar el trauma financiero de 2008?


El acuerdo judicial por US$13.000 millones que alcanzó el banco de inversiones JP Morgan por sus «malas prácticas» en la venta de hipotecas es solo la punta del iceberg.

Grandes entidades financieras globales como el Citigroup, el Deutsche Bank, el Royal Bank of Scotland y el Bank of America tienen casos pendientes por el mismo tipo de prácticas durante la crisis de las hipotecas subprime, que culminó en el estallido financiero de 2008.

Según William Cohan, exbanquero de Wall Street y autor de Money and Power, el acuerdo alcanzado con JP Morgan será el patrón a usar para resolver los litigios pendientes.

«JP Morgan fue la primera pieza del dominó. Lo que veremos de acá en más son acuerdos civiles similares con pagos muy grandes por parte de los bancos», indicó Cohan a BBC Mundo.

«Habrá que ver si esto puede comenzar a cerrar las heridas del estallido financiero de 2008», agregó.

La crisis interminable

A cinco años del estallido financiero de 2008, el mundo todavía vive bajo su sombra.

A nivel económico, la llamada crisis de la deuda soberana europea es una extensión a los estados de aquel descalabro financiero-inmobiliario que transformó situaciones de relativo equilibrio fiscal en déficits profundos.

A nivel financiero, los bancos tienen litigios pendientes por todas partes y los banqueros, admirados antes de la debacle como verdaderos Midas que convertían todo en oro, se encuentran hoy entre las profesiones menos populares del planeta.

En el centro de los litigios están las hipotecas subprime y las llamadas mortgage backed securities, títulos respaldados por hipotecas.

Las querellas se centran en que los bancos vendieron estos títulos a sus clientes sin advertirles que contenían productos de altísimo riesgo, como las hipotecas subprime que se concedían a gente que muchas veces ni siquiera tenía trabajo.

Cuando este mercado se derrumbó porque los que habían recibido los préstamos dejaron de pagarlos, los títulos perdieron todo valor dejando a los inversores con un papel inútil en las manos.

A cinco años del estallido financiero de 2008, el mundo todavía vive bajo su sombra.

A cinco años del estallido financiero de 2008, el mundo todavía vive bajo su sombra.

Litigios al por mayor

Hoy los litigantes son tanto entidades estatales como privadas.

En 2011, Fannie Mae, organismo estatal hipotecario estadounidense, inició un total 18 querellas contra distintos bancos: solo dos han sido resueltas a la fecha.

En el caso de JP Morgan, el litigante es el Ministerio de Justicia y el acuerdo indemniza a inversores y propietarios e incluye una multa de unos US$2.000 millones.

Pero no es el final del litigio. Según algunos analistas, el mismo JP Morgan ha reservado unos US$10.000 millones para futuras indemnizaciones. Y el Departamento de
Justicia continúa con el proceso penal.

«Lo que hemos visto por ahora son algunos acuerdos de compensación monetaria, pero no ha habido responsables a nivel individual. La posibilidad de una demanda criminal sigue abierta», señala Cohan.

Que pase el que sigue

El nerviosismo entre los bancos es palpable.

En septiembre, el Bank of America perdió su lugar en el "Dow Jones Industrial Index".

En septiembre, el Bank of America perdió su lugar en el «Dow Jones Industrial Index».

El Bank of America se encuentra a la espera de un fallo definitivo de la Corte Suprema de Nueva York por un pago de unos US$8.500 millones a 22 inversores institucionales.

Desde 2009 el banco ha pagado unos US$29.000 millones a una amplia variedad de damnificados, desde los organismos estatales hipotecarios Freddie Mac y Fannie Mae hasta accionistas e inversores individuales.

El impacto a nivel institucional es indudable. En septiembre, el banco perdió su lugar en el Dow Jones Industrial Index, que concentra a las 30 compañías más importantes de Estados Unidos.

Las fiscalías de California, Nueva Jersey y Atlanta están investigando al banco y la cantidad de litigios pendientes son suficientemente grandes como para que se proyecten nubarrones sobre el futuro de la entidad.

«Si la Corte Suprema de Nueva York no aprueba el acuerdo, habrá una creciente incertidumbre respecto al costo final de todo el proceso y la capacidad del banco para financiarse», opina Mike Mayo, analista del CLSA de Nueva York.

Y son muchos más

Este pesado lastre del estallido de 2008 no se limita a Wall Street.

En un comunicado este noviembre, una de las más importantes entidades europeas, el Deutsche Bank, señaló que había elevado sus reservas para lidiar con demandas judiciales a más de 4.000 millones de euros, unas 20 veces las ganancias obtenidas por la entidad en 2012.

«Estimamos que el tema legal va a seguir representando un reto», indicó el banco.

El reto es mayor si se lo pone en el contexto de la crisis europea.

Con una eurozona que navega entre la recesión, el estancamiento y la deflación, las ganancias del banco alemán en el último trimestre se situaron en unos 18 millones de euros, una caída del 98%.

Y no es el único banco europeo con querellas pendientes.

En agosto, un banco rescatado por el estado británico, el Royal Bank of Scotland, que antes de la crisis llegó a ser el primer banco a nivel mundial, estimó que la cuenta final para sus litigios en Estados Unidos será de más de US$1.600 millones.

El difícil cierre de una herida

Así, en los tribunales se está decidiendo un frente de la larga batalla para normalizar el sector financiero.

La pregunta es si un cierre judicial del tema servirá también de cierre simbólico de una crisis que provocó en la misma meca del capitalismo la creación de un movimiento anticapitalista de considerable popularidad, cuyo último retoño es el Occupy Wall Street.

«El cálculo es que para mediados del año próximo habrá un fin de los casos judiciales. Pero la herida es profunda y, si bien Wall Street no suele repetir sus crisis, siempre genera una nueva. La Bolsa está en sus niveles máximos, los intereses en sus niveles más bajos y esta combinación facilita comportamientos temerarios a nivel financiero, un tipo de conducta que Wall Street sigue alentando y premiando», indicó a BBC Mundo Cohan.

Él, como otros analistas, arriesga un pronóstico: «Creo que tendremos una crisis financiera antes de lo que pensamos».

Mientras tanto los casos judiciales en curso se extienden más allá de las hipotecas subprime.

El más sonado es la investigación de más de doce bancos y entidades financieras por la manipulación de las tasas de interés Libor que sirven de referente para poner un precio a millones de millones de préstamos.

Así las cosas, parecería que los titulares negativos sobre los bancos tienen todavía una larga vida por delante.

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