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Brasil envía señal a EE.UU. tras escándalo de espionaje y desecha oferta de cazas F-18 para renovar sus aviones de combate Optó por los Saab Gripen de fabricación sueca

Brasil envía señal a EE.UU. tras escándalo de espionaje y desecha oferta de cazas F-18 para renovar sus aviones de combate

Pese al enfriamiento de las relaciones entre ambas naciones, el ministro de Defensa, Celso Amorim, aseguró que la decisión se basó en una «minuciosa evaluación técnica».


Brasil concluyó una licitación que había comenzado en 2001 para la compra de 36 cazas de combate y se decantó finalmente por los suecos Gripen-NG, que competían con los Rafale franceses y los FA-118 Súper Hornet estadounidenses.

«La elección se basó en los criterios de desempeño, transferencia de tecnología y coste», afirmó el ministro de Defensa, Celso Amorim, al anunciar en una rueda de prensa la elección de los aviones de la empresa Saab.

Amorim explicó que el coste de la operación estará en torno a los 4.500 millones de dólares y que, a partir de ahora, se iniciará el proceso de negociación del contrato, que puede demorar hasta un año.

Una vez acordadas todas las condiciones y firmado el contrato, se prevé que los aviones comenzarán a ser entregados a partir de 2019, a razón de doce por año, con lo cual los 36 aparatos deberán estar en plena operación para el 2022.

Según el Ministerio de Defensa, los Rafale de la empresa francesa Dassault tenían un precio global de unos 8.000 millones de dólares, mientras que por los 36 aviones FA-118 Súper Hornet de la compañía Boeing se habrían desembolsado cerca de 7.500 millones de dólares.

Fuentes militares dijeron a Efe que, además, la hora de vuelo del Gripen-NG tiene un coste inferior en un 50 % a la de los Rafale y que es un 25 % menor que la de los FA-118, un elemento que también pesó a la hora de la elección.

Amorim negó que en la decisión hayan influido factores políticos, como podría haber sido el enfriamiento de las relaciones de Brasil con Estados Unidos por causa del espionaje que las agencias de ese país, que vigilaron hasta las comunicaciones personales de la jefa de Estado brasileña, Dilma Rousseff.

«Todo fue producto de una minuciosa evaluación técnica», aseguró el ministro.

La decisión fue recibida con sorpresa por expertos en asuntos militares, sobre todo porque en los últimos años Brasil había tenido un intenso coqueteo con Francia, país con el que firmó una amplia «alianza estratégica» en el área de defensa en 2009.

Incluso, la decisión fue anunciada una semana después de que Rousseff recibió en Brasilia a su homólogo francés, François Hollande, quien durante esa visita volvió a abogar por los Rafale, que finalmente han sido descartados.

La sorpresa fue también porque el Gripen-NG, que es la quinta generación de ese modelo, aún no ha sido totalmente desarrollado y solamente existe un prototipo que tiene unas 300 horas de vuelo, según admitió en la misma rueda de prensa el brigadier Juniti Saito, comandante de la Fuerza Aérea Brasileña.

El avión es, no obstante, la quinta generación de un modelo que Saab desarrolla desde 1980 y que ya equipa a las fuerzas aéreas de la propia Suecia, de Hungría, la República Checa, Sudáfrica y Tailandia, entre otros países.

La supuesta desventaja de que el Gripen-NG aún esté en la fase de prototipo fue desestimada por Amorim, quien explicó que «si un avión está más probado, su tecnología es más antigua».

Otro factor atractivo para Brasil, según Amorim, es que el país participará directamente en el proceso de desarrollo del Gripen-NG y que una vez concluido el negocio tendrá «la propiedad intelectual» del avión, lo cual supondrá que también podrá fabricarlo y venderlo.

El negocio implicará que muchas de las piezas del Gripen-NG se fabriquen en Brasil, lo cual beneficiará especialmente a la empresa brasileña Embraer, que participará directamente en todo el proceso.

En ese sentido, Amorim destacó la «total» transferencia de tecnología que ha ofrecido Saab, que incluye la apertura del código fuente de las armas que equipan el caza, un aspecto que consideró «esencial».

Los 36 Gripen-NG permitirán modernizar la flota de la Fuerza Aérea de Brasil, que este mismo mes deberá retirar de circulación doce aviones Mirage 2000, ya obsoletos, que serán sustituidos temporalmente por unos antiguos F-5 que acaban de ser modernizados.

Según el Ministerio de Defensa, esos 36 nuevos cazabombarderos suecos tendrán una vida útil de unos 30 años, por lo que deberán operar al menos hasta el año 2050.

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