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La Flota rusa del mar Negro bloquea el puerto de Sebastopol

La Flota rusa del mar Negro bloquea el puerto de Sebastopol

«Aquel que controle Sebastopol, controlará el mar Negro», sostiene un dicho popular en esta ciudad, donde gran parte de la población perdió a algún familiar durante la Segunda Guerra Mundial.


La Flota rusa del mar Negro bloqueó este miércoles el puerto de Sebastópol, al que no pudo regresar el buque insignia de la Armada ucraniana, mientras la ciudad más rusa de Crimea se suma a los ánimos separatistas en la península.

Un buque de desembarco de bandera rusa se encontraba fondeado a la salida del puerto, mientras otros dos, un dragaminas y otro barco de menor calado, permanecían anclados en la misma bahía en lo que parece un bloqueo marítimo en toda regla.

Ante la imposibilidad de desplazarse libremente, como ha podido constatar Efe, dos barcos y dos submarinos de la Armada ucraniana se encontraban hoy anclados en su base.

Dada la situación y tras una misión de varios meses contra los piratas somalís en el golfo de Adén, la fragata «Guetman Sagaidachni», el buque insignia de la Flota ucraniana del mar Negro, tuvo que cambiar su rumbo y fondear en el puerto de Odessa.

«Esa decisión fue tomada por miedo a que la tripulación se pase al bando crimeo», informó una fuente militar en Sebastopol a la agencia rusa RIA-Nóvosti.

Al parecer, muchos de los oficiales y marineros de la fragata son oriundos de las regiones del Este y sur de Ucrania, de mayoría rusoparlante, y han expresado su deseo de renunciar al servicio para jurar lealtad a las nuevas autoridades de la república.

Durante los últimos días Kiev ha denunciado varios intentos de abordaje de buques de la Armada ucraniana en Sebastopol por parte de soldados rusos en lanchas.

El primer ministro prorruso, Serguéi Axiónov, aseguró que todos los buques de la Flota ucraniana del mar Negro que tienen como base Sebastopol deben subordinarse a la nueva Marina de Guerra de Crimea.

«Aquel que controle Sebastopol, controlará el mar Negro», sostiene un dicho popular en esta ciudad, donde gran parte de la población perdió a algún familiar durante la Segunda Guerra Mundial.

Fuerzas sin distintivos se han hecho con el control del arsenal de la base de misiles emplazada en el cabo de Fiulent, no lejos de Sebastopol.

«Los rusos se comportan como si Sebastopol fuera su casa. Quieren demostrar que son los amos, pero nosotros resistimos. No pensamos rendirnos. Somos fieles al juramento de lealtad que le hicimos a Ucrania», dijo por su parte un oficial de la Armada ucraniana a medios locales.

Al mismo tiempo, reconoció que los militares rusos no amenazan con asaltar las unidades donde se encuentran los militares ucranianos, sino que entran e intentan convencer por las buenas a los oficiales para que renieguen de las autoridades de Kiev.

Las fuerzas prorrusas ya controlan la base de guardacostas de Balaklava, antigua base secreta de submarinos soviéticos, donde hoy un comando de hombres encapuchados vigilaba los accesos a las instalaciones.

Lo que se les resiste por el momento es el aeródromo de Belbek, cuya entrada estaba hoy bloqueada por las patrullas de autodefensa y un camión militar ruso Kamaz, tras el que se escondía un grupo de soldados.

Ante las denuncias de Kiev de que los soldados rusos son fuerzas ocupantes, las autoridades locales responden que esos destacamentos son fuerzas de paz.

En Sebastopol hoy tuvo lugar un mitin en el que los concentrados pedían ayuda humanitaria a Rusia, ya que las autoridades han reconocido que se acaba el dinero para pagar las pensiones y otros gastos sociales.

«Rusia, ayúdanos» o «Crimea es Rusia», se podía leer en algunas de las pancartas que portaba la muchedumbre frente al edificio de la Alcaldía.

«Somos rusos, no ucranianos. Queremos ser parte de la Federación Rusa. Putin debe oirnos», aseguró a Efe un ingeniero jubilado, que recuerda con nostalgia los tiempos cuando Crimea era la joya de la desaparecida Unión Soviética.

Dos chicas jóvenes enarbolan una pancarta en inglés que dice «Putin, te queremos», algo en lo que no están solas, ya que cada cierto tiempo los manifestantes entonan a coro: «Putin, Putin, Putin…».

Al igual que el Gobierno crimeo, las autoridades de Sebastopol, cuya administración está subordinada directamente a Kiev, se han dirigido al Kremlin con la petición de asistencia financiera.

Por otra parte, medios locales informaron sobre el incidente ocurrido hoy en Simferópol con el enviado del secretario general de la ONU, Robert Serry, que fue amenazado por un grupo de hombres armados que le quisieron obligar a regresar al aeropuerto para que abandonara el territorio de la república autónoma ucraniana.

No obstante, el subsecretario general de la ONU, Jan Eliasson, de visita en Kiev aseguró que Serry «está seguro y en buen estado en su hotel».

Serry es el enviado para Ucrania del secretario general de la ONU, Ban Ki -moon, y es el primer funcionario de Naciones Unidas que viaja a la península desde el estallido de la crisis por la intervención rusa.

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