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Vicepresidente brasileño asegura que su país está «preparadísimo» para afrontar protestas contra el Mundial

Vicepresidente brasileño asegura que su país está «preparadísimo» para afrontar protestas contra el Mundial

Michel Temer dijo que no sentía «ningún temor» sobre la marcha exitosa del torneo, pese al malestar social y los retrasos en los plazos fijados para la construcción de los estadios.


El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, cree que su Gobierno está «preparadísimo» para afrontar las protestas contra el Mundial de Fútbol del próximo junio, y subraya que las manifestaciones son propias de los países democráticos.

«Las protestas son un ejercicio pleno de la democracia en nuestro país», afirmó Temer en una entrevista exclusiva concedida a Efe en Sudáfrica, donde hoy asistirá en Pretoria a la investidura del presidente electo del país africano, Jacob Zuma.

El país ha vivido en los últimos meses multitudinarias protestas contra la celebración de la Copa del Mundo por el elevado gasto que su organización supone para las arcas públicas, que los manifestantes consideran excesivo, al defender que ese dinero debería destinarse a la mejora de los servicios públicos.

Además, profesionales como los policías, profesores o empleados del transporte público han reivindicado subidas salariales en manifestaciones que amenazan con repetirse durante el Mundial.

Sin embargo, insistió el vicepresidente, «las protestas revelan al mundo que Brasil es un país democrático. En un país autoritario, estas protestas no se permitirían».

El «número dos» del Gobierno brasileño confesó a Efe no sentir «ningún temor» sobre la marcha exitosa del torneo, pese al malestar social y los retrasos en los plazos fijados para la construcción de los estadios.

«La preocupación -explicó- no existe por una razón muy objetiva: el Gobierno está ‘preparadísimo’ para dar respuesta a las protestas, que fueron siempre en pequeña cantidad».

Temer -abogado de profesión y exministro de Seguridad Pública del estado de Sao Paulo- sostiene que las protestas son fruto del «gran desarrollo social» de Brasil en la última década, en la que se ha convertido en unas de las economías emergentes más pujantes.

«Cerca de 35 millones de brasileños se han incorporado en los últimos diez años a la clase media. Cuando se hicieron clase media comenzaron a exigir eficacia de los servicios públicos y privados», recordó el dirigente sudamericano.

Asimismo, el vicepresidente señala que las acciones para exigir mejoras laborales son habituales en todo el mundo, especialmente antes de la celebración de grandes eventos internacionales.

«Las reivindicaciones de naturaleza salarial -resaltó a Efe- son muy comunes en Brasil y en otros países».

Temer confía en que el buen hacer de la selección nacional brasileña -una de las favoritas para adjudicarse el Mundial- durante el campeonato aplaque el descontento social en el país.

«Si Brasil gana el primer partido y el segundo -predijo-, crecerá el sentimiento patriótico y esto contribuirá a que no haya manifestaciones de protesta».

«Debemos recuperar la pasión de Brasil por el fútbol», remarcó el dirigente, cuyo país es el único que ha levantado la Copa del Mundo en cinco ocasiones.

Por eso, el exfiscal pidió a los brasileños que apoyen a su equipo durante el torneo, y apeló a su responsabilidad para no olvidar la «importancia internacional» de su país, que se enfrenta en sólo dos años a los retos de organizar el Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos de 2016, que acogerá Río de Janeiro.

Temer reveló también que el Gobierno de Brasilia está -a través del Ministerio de Deportes- en permanente contacto con el Ejecutivo de Pretoria para «aprender» de la experiencia de Sudáfrica en la organización del pasado Mundial en 2010, que ganó España.

Pese al descontento social y los obstáculos que han socavado los preparativos de la Copa del Mundo, el vicepresidente cree que nadie debe albergar la menor duda de que «Brasil es un país que adora el fútbol».

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