«Hay avances y desafíos. Muchos países de la región tienen constituciones garantistas e instituciones en materia de derechos humanos. Hay avances en la legislación, pero en la práctica falta mucho porque somos la región más desigual del mundo. No se logra dar el salto del cambio», declaró la asesora de DD.HH. del organismo en Paraguay.
América Latina requiere de más y variadas herramientas metodológicas para que las políticas contra la desigualdad se traduzcan en acciones concretas que cubran las necesidades de los grupos vulnerables, dijo Liliana Valiña, asesora en Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Paraguay.
Valiña presentó este lunes en Asunción «Construcción de Indicadores de Derechos Humanos: Experiencias Regionales», un trabajo publicado por la ONU que recoge la metodología de indicadores de derechos humanos aplicada por México, Ecuador, Brasil, Paraguay y Bolivia en función de las urgencias y necesidades propias.
Según Valiña, las adaptaciones que hace cada país son instrumentos fundamentales para lograr cambios definitivos en materia de igualdad y derechos humanos en América Latina.
«Hay avances y desafíos. Muchos países de la región tienen constituciones garantistas e instituciones en materia de derechos humanos. Hay avances en la legislación, pero en la práctica falta mucho porque somos la región más desigual del mundo. No se logra dar el salto del cambio», declaró Valiña.
Las aplicaciones experimentadas en cada uno de estos países parten del «Informe sobre los Indicadores para Promover y Vigilar el Ejercicio de los Derechos Humanos», publicado en 2008 por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
«Tienen como novedad el enfoque. Son indicadores que no solo miran la gestión, sino también el impacto en las personas, en los diferentes grupos afectados. Además se ven las similitudes y las diferencias entre los países que las han aplicado», comentó.
Esos indicadores miden, por ejemplo, si se respeta el derecho a un juicio justo, sobre el acceso al agua y a un ambiente sano, y sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
Según Valiña, la metodología utilizada por esos cinco países sirve como referencia para identificar la dimensión de las necesidades y medir después los cambios o los retrocesos experimentados.
Valiña añadió que también pueden ser útiles a la sociedad civil en el seguimiento y desarrollo de las políticas públicas en derechos humanos.
«Construcción de Indicadores de Derechos Humanos: Experiencias Regionales» fue presentado en el Centro Cultural de la Embajada de Brasil, país que ha colaborado en su publicación.
