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Madre de transexual español que se quitó la vida: «Lo acosaron desde los 14 años, es un crimen social»

Madre de transexual español que se quitó la vida: «Lo acosaron desde los 14 años, es un crimen social»

«Una cadena de gente se ha reído de él a lo largo de su vida. Es la lacra del acoso que persigue al diferente», sostuvo la mujer.


«Quiero contar la historia de mi hijo para que a nadie le vuelva a pasar algo parecido, que sirva para que no se repita. Mi hijo no se ha suicidado porque sí, ha sido víctima de un crimen social. Una cadena de gente se ha reído de él a lo largo de su vida. Es la lacra del acoso que persigue al diferente. Y mi hijo lo era».

Esta es parte de la entrevista que ofreció a El Mundo.es Ester Albert Cusso, madre de Alan, joven que el 24 de diciembre se quitó la vida en Barcelona. Veinte días después de haberse convertido en el primer menor transexual de Cataluña en obtener un cambio de identificación acorde con su sexo sentido.

Alan era acosado constantemente. Levantaba la camiseta para preguntarle entre burlas cómo podía ir de hombre teniendo pechos de mujer. O lo empujaban por las escaleras o contra la pared. «¿Cómo es que te llamas Alan si tienes tetas?», lo increpaban. «Marimacho de mierda», le decían una y otra vez.

El jueves pasado, Alan tomó un puñado de pastillas que estaban en casa guardadas bajo llave, las mezcló con alcohol y se dejó invadir por el silencio para siempre, relata el medio español.

Su madre lo recuerda: «Alan era una persona que quería hacer el bien. Le gustaban los niños autistas, la gente con síndrome de Down, los ancianos… Fíjate que este año se había apuntado al Módulo de Técnico en Atención a Personas en Situación de Dependencia».

«Siempre tuvo un aspecto exterior muy poco femenino, y a los 14 años, estando en 4º dijo abierta y públicamente que era lesbiana. Iba de la mano de otra chica y en casa nos pareció estupendo. Pero en el instituto las cosas no fueron igual. Le llamaban ‘marimacho’, ‘lesbiana de mierda’ y esas cosas. Pero era fuerte y fue aguantando», comenta.

«Un mal día, un primo muy querido de Alan (que aún no había cambiado de nombre) cayó accidentalmente de un quinto piso y murió. El acoso se intensificó. Le decían que ya no era una chica, que se fuera al baño de los chicos, que era una lesbiana de mierda. Y llegaron a decirle: ‘Primero murió tu primo, ahora tú'», con espanto declara.

«Le hicieron la vida imposible. Hemos sabido que le daban porrazos contra la pared, le tiraron por las escaleras, le decían que tenía barriga de mujer y no músculos de hombre, le levantaban la camiseta y le decían que cómo era posible que fuera por la vida de hombre cuando tenía tetas, le empujaban contra el cristal… A lo mejor para esas chicas todo era una broma, pero para Alan era una tortura», dice Ester.

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