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Los fantasmas de Keiko Fujimori en la carrera presidencial de Perú ANÁLISIS

Los fantasmas de Keiko Fujimori en la carrera presidencial de Perú

Keiko tiene el primer lugar asegurado en las encuestas, sin embargo, el fantasma de la situación penal de su padre merodea su aspiración y en varias ocasiones ha debido referirse al tema e insistir en que no lo indultará en caso de llegar a la presidencia.


La carrera presidencial de Perú ya partió y son 19 los candidatos que luchan por llegar a la Casa de Gobierno. Cada uno tiene una propuesta, un partido que lo apoya y varias promesas de campaña. Sin embargo, también tienen sus propios fantasmas que ponen en duda su probidad y las reales intenciones detrás de la aspiración presidencial.

El 7 de abril de 2009, Keiko Fujimori, actual candidata presidencial de Perú, no tenía un buen día. Estaba sentada en la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia peruana esperando la sentencia condenatoria contra su padre y ex presidente del país, Alberto Fujimori.

El ex presidente, al mando de Perú entre 1990 y el 2000, era acusado de ser responsable del asesinato de nueve estudiantes y un profesor en La Cantuta y de 15 personas, incluyendo a un niño de ocho años, en Barrios Altos. A esto se sumaba el secuestro de un periodista y un empresario en el 92. Los crímenes fueron cometidos por oficiales militares del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) a cargo de Vladimiro Montesinos, quien cumplía órdenes directas de Fujimori y era su mano derecha.

La Corte Suprema de Perú condenó a Fujimori a 25 años de prisión que se cumplirán el 10 de febrero del 2032, cuando el ex mandatario tenga 93 años. Si bien la sentencia se dictó el 2009, la justicia consideró su cumplimiento desde que fue detenido en Chile el 7 de noviembre de 2005.

Alberto Fujimori se convirtió en el primer ex presidente latinoamericano, elegido democráticamente, en ser declarado culpable por violaciones a los derechos humanos. Y estos no son los únicos crímenes que se le atribuyen. La corrupción fue la tónica de su gobierno, basta recordar cómo terminó su segundo periodo para  graficarlo. El 2000 huyó Japón tras la publicación de los ‘Vladivideos’, cintas de seguridad que mostraban a su estrecho colaborador, Vladimiro Montesinos, que además era Jefe del SIN, sobornando a congresistas peruanos para que se alinearan a las políticas fujimoristas y así incrementar el poder presidencial. Al hacerse públicas estas cintas, Fujimori se sintió acorralado y no encontró nada mejor que renunciar a través de fax desde su país natal.

Las investigaciones en torno a la corrupción en el Gobierno de Fujimori no se acaban. El año pasado, por ejemplo, fue condenado por desviar fondos de las Fuerzas Armadas y el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) al financiamiento irregular de medios que apoyaron su segunda reelección.

Con todo este prontuario, su hija Keiko no tuvo miedo a las críticas y dos años después de la condena de su padre, se presentó por primera vez como candidata presidencial. Logró una exitosa campaña, pasó a segunda vuelta y compitió con Ollanta Humala, actual Presidente de Perú, quien ganó por un estrecho margen. Keiko se quedó con casi el 49% de los votos y Humala con el 51%, lo que la motivó a dar nuevamente la pelea.

Keiko Fujimori es la favorita en la carrera presidencial. Según la última encuesta GFK publicada en Perú el mes de enero, lidera la lista de los 19 candidatos con una intención de voto que llega al 32,6%. En segundo lugar le siguen tres candidatos en empate técnico, que luchan por pasar a segunda vuelta. Se trata de Julio Guzmán, economista y político peruano que en un mes subió al menos ocho puntos en las encuestas pero que hoy peligra su candidatura por problemas legales con su partido; César Acuña, empresario, fundador y dueño de tres universidades peruanas que en las últimas semanas ha sido cuestionado por el posible plagio de su tesis doctoral; y Pedro Pablo Kuczynski, ex ministro de Economía en el gobierno de Alejandro Toledo y ex ministro de Energía en el gobierno de Fernando Belaúnde. Kuczynski, además se presenta por segunda vez consecutiva en la lucha presidencial. Estos tres candidatos tienen una intención de voto que rodea el 10% cada uno.

Keiko tiene el primer lugar asegurado en las encuestas, sin embargo, el fantasma de la situación penal de su padre merodea su aspiración y en varias ocasiones ha debido referirse al tema e insistir en que no lo indultará en caso de llegar a la presidencia. “Tienen mi palabra, que vale mucho más que cualquier documento o firma (…), con mi palabra basta, pero si en un momento se requiere (ponerlo por escrito), lo evaluaremos”, dijo en una entrevista con un medio peruano.

A pesar de su negativa en influir en un posible indulto para su padre, la candidata de Fuerza Popular defiende la causa que lleva su familia, la considera “legal y constitucional, no política”.

La hija del ex mandatario también ha sido cuestionada por considerar las acciones de su padre como “graves errores políticos” y no crímenes. “Nosotros creemos en la inocencia de Alberto Fujimori, pero a la vez señalamos que él tuvo una gran responsabilidad política como presidente, al haber permitido que estos hechos de corrupción sucedieran”, declaró al diario peruano El Comercio en una entrevista. En esa ocasión explicó que la principal equivocación de su padre fue “mantener a Vladimiro Montesinos hasta el final de su gobierno”.

[cita tipo=»destaque»]El temor de que Keiko aproveche su eventual puesto como presidenta del país para indultar a su padre no es gratuito ni paranoia colectiva. El 2012 solicitó este beneficio junto a sus hermanos. Esgrimieron razones humanitarias por el delicado estado de salud que atravesaba en ese momento Alberto Fujimori. El 2015 Ollanta Humala desestimó dar el visto bueno a la petición, pero la solicitud sigue activa.[/cita]

Keiko Fujmori tampoco está de acuerdo con las condenas por violaciones a los derechos humanos en contra de su padre. Sobre la sentencia por los asesinatos en La Cantuta y Barrios Alto, cree que fueron “preparadas” mientras él estaba en el extranjero. También desestima las acusaciones de su propia madre, quien ha declarado que fue torturada con electroshocks por Fujimori. Eso “no sucedió”, asegura Keiko en entrevista con El Comercio.

La lucha contra la corrupción es una de las promesas de Keiko para su eventual gobierno, sin embargo, varios de sus colaboradores trabajaron directamente con su padre y su labor en esos años es altamente cuestionada. Por ejemplo, en su lista de congresistas lleva a Luz Salgado, que fue vista con Vladimiro Montesinos, en uno de los “Vladivideos”, planeando cómo intervenir en el Poder Judicial y el Ministerio Público. También tiene en su lista a  una persona condenada por falsificación de documentos, otra por apropiación de dineros fiscales y otra por abuso de autoridad. Además, el Secretario General de su partido, Joaquín Ramírez, es acusado de lavado de activos, situación en investigación. Keiko tampoco se salva de los cuestionamientos, pues en octubre de 2015, la ex secretaria personal de Vladimiro Montesinos, María Angélica Arce, aseguró que la candidata habría recibido dinero en efectivo de manos del jefe del SIN cuando su padre era presidente. El hecho no ha sido comprobado.

El temor de que Keiko aproveche su eventual puesto como presidenta del país para indultar a su padre no es gratuito ni paranoia colectiva. El 2012 solicitó este beneficio junto a sus hermanos. Esgrimieron razones humanitarias por el delicado estado de salud que atravesaba en ese momento Alberto Fujimori. El 2015 Ollanta Humala desestimó dar el visto bueno a la petición, pero la solicitud sigue activa.

Las elecciones presidenciales de Perú se llevarán a cabo el 10 de abril. Lo más probable es que se deba realizar una segunda vuelta programada para el 5 de junio, donde hasta ahora está claro que el nombre de Keiko Fujimori estará en los votos.

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