«El Congreso ha estado a espaldas de la gente y hay una cerrazón de la clase política», sostiene la aspirante de la coalición de izquierda Frente Amplio, Verónika Mendoza.
La candidata presidencial peruana de la coalición de izquierda Frente Amplio, Verónika Mendoza, es la más joven de los 17 aspirantes y la única que habla quechua fluidamente. Su bandera de lucha es cambiar el sistema político y el modelo económico.
En entrevista con el diario español El País, la parlamentaria arremete al respecto: «El sistema político como está no da para más, ni representa las demandas de la ciudadanía. El Congreso ha estado a espaldas de la gente y hay una cerrazón de la clase política».
Asimismo critica las reformas laborales, tributarias y ambientales promovidas por el gobierno peruano: «Con el argumento de atraer inversiones, pero que recortaban derechos de los ciudadanos, y que el Congreso quiso aprobar sin mayor debate, generando enormes resistencias de la ciudadanía en 2014».
«Dentro de lo urgente está la reactivación económica. Recojo en campaña que las familias están sintiendo los efectos del frenazo económico», declara Mendoza, quien propone: «De llegar al gobierno, tras reactivar aumentando el sueldo mínimo, incrementando la inversión pública y garantizando crédito barato para los micro y pequeños empresarios, será posible redistribuir mediante programas de pensiones para sectores más vulnerables y diversificar la economía mediante la capacitación a sectores productivos y la promoción de la asociatividad con fines de industrialización”.
La postulante habla del Frente Amplio. Lo define como una organización política de izquierda que agrupa a núcleos sindicales, colectivos indígenas, de jóvenes y mujeres. «Hay una marca progresista muy clara, ambientalista, y también una fuerte impronta del movimiento campesino. Planteamos en este debate electoral la necesidad de cambios profundos en el país como renegociar los contratos de explotación de los recursos naturales, que han sido rematados a empresas transnacionales sin que beneficien a la gente, tenemos importantes cantidades de gas en nuestro país», señala.
En ese sentido, recuerda que en el Congreso advirtió que el país debía buscar otras fuentes ante la caída de los precios internacionales de los metales, “pero fuimos censurados y calificados como enemigos del desarrollo. Otros sectores tienen un enorme potencial, como el agro, la ganadería, el turismo”.
