Elecciones en Estados Unidos
Con ironía, la candidata demócrata cuestionó las propuestas de recortes de impuestos propuestas por el postulante Republicano al señalar que él había sido afortunado por haber podido empezar sus negocios con dinero prestado por su padre, por lo que le parecía normal que el camino para el desarrollo económico era ayudar a los ricos.
Han mantenido las formas, pero no se han dado tregua.
El esperado primer cara a cara entre la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, y el aspirante republicano, Donald Trump, ha estado marcado por un constante intercambio de ataques y acusaciones.
El debate, celebrado en las instalaciones de la Universidad Hofstra en Nueva York, ha estado dividido en tres segmentos de media hora cada uno.
Durante su primer intervención, Trump se refirió a México, como ha hecho en numerosas ocasiones a los largo de los últimos meses.
El magnate afirmó que los trabajos de los estadounidenses se están yendohacia ese país y hacia otros, como China, y que es algo que no se puede permitir, por lo que propone la renegociación de los acuerdos comerciales existentes.
«El acuerdo con México es defectuoso», añadió refiriéndose al NAFTA más adelante y recordó que el acuerdo de libre comercio con ese país y con Canadá fue firmado durante la presidencia del expresidente Bill Clinton.
Trump también acusó a su rival de llevar 30 años en la vida política y de no haber cuestionado los acuerdos de libre comercio hasta hace muy poco.
Con la frase «Donald es bueno estar aquí contigo», pronunciada durante su primera intervención Clinton dio por cerrada la etapa de las cortesías.
Con ironía, la candidata demócrata cuestionó las propuestas de recortes de impuestos propuestas por Trump al señalar que él había sido afortunado por haber podido empezar sus negocios con dinero prestado por su padre, por lo que le parecía normal que el camino para el desarrollo económico era ayudar a los ricos.
Clinton afirmó que la política de recortes fiscales propuestos por Trump solo ayudaría a los ricos y destruiría unos 3,5 millones de puestos de trabajo.
