Tiene 17 años y en pocos meses el Estado dejará de buscarle una familia. La Corte Suprema de Buenos Aires lo autorizó a realizar una convocatoria pública en busca de padres adoptivos.
Tiene 17 años y un sueño por cumplir: sentirse parte de una familia.
Pero el tiempo le juega en contra a este joven argentino, que vive en un orfanato desde los 8 años y a quien, por ser menor de edad, solo se lo conoce como L.M.
En pocos meses cumplirá 18 y entonces el Estado dejará de buscarle padres adoptivos.
El caso cobró notoriedad cuando la Corte Suprema de Buenos Aires realizó un llamado público a la ciudadanía en busca de una familia dispuesta a «adoptarlo y brindarle un entorno familiar o comprometerse en su acompañamiento y a ofrecerle afecto».
En el aviso, que se publicó en los medios de Balcarce -la ciudad en el sudeste de Buenos Aires de donde es oriundo el joven- se convoca a familias que quieran adoptarlo u «ofrecerse como referentes afectivos, tutores o figuras análogas de cuidado».
El texto de la convocatoria de la corte describe al joven de 17 años como «amoroso».
También se detalla que es sociable y saludable, que «concurre al colegio, realiza actividades deportivas y manifiesta interés en cuestiones relacionadas al arte».
Se aclara, a su vez, que los adoptantes deberán estar domiciliados en la localidad de Balcarce a pedido del adolescente.
La Corte Suprema de Buenos Aires realizó un llamado público a la ciudadanía en busca de una familia que adopte a L.M.
La jueza que lleva el caso, Clara Obligado, dijo a la radio local que L.M. es «muy conocido en la zona, le va bien en el colegio, es deportista».
También relató algunos detalles dolorosos de su infancia, como cuando fue institucionalizado a los 8 años por la «desidia terrible de su madre».
O cuando una pareja que lo había adoptado lo devolvió cuando tenía 13 años, después de separarse.
«El chico se sintió culpable del rompimiento del matrimonio que lo había adoptado y recuperarse de ello le llevó varios años», contó la magistrada.
Obligado también habló de la importancia de que los niños en orfanatos sean escuchados, como ocurre ahora con este joven.
No obstante, reconoció que será difícil cumplir el sueño de L.M.
«El 99% de las familias que buscan adoptar prefieren chicos de entre 0 y 5 años, por lo que para los mayores de esa edad es sumamente complejo que encuentren familias», lamentó.
«El 99% de las familias que buscan adoptar prefieren chicos de entre 0 y 5 años, por lo que para los mayores de esa edad es sumamente complejo que encuentren familias», dijo la jueza Clara Obligado.
Obligado también aprovechó para alertar que los hogares estatales están «súper poblados de niños».
Un estudio inédito realizado entre 2010 y 2011 por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) junto con la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (Sennaf) concluyó que hay más de 14.500 menores en instituciones en el país.
La vasta mayoría son adolescentes y solo un cuarto tiene menos de 5 años.
Según ese relevamiento, solamente el 8% de los niños son adoptados. La mayoría vuelve a vivir con algún familiar.
El trabajo refleja las dificultades que enfrentan quienes deben dejar los orfanatos por cumplir la mayoría de edad (lo que representa el 20% de los casos).
Solo el 7% de estos jóvenes tiene algún plan de estudio o trabajo al dejar la institución.
Según la periodista de BBC Mundo en Argentina Veronica Smink, muchos en el país critican la lentitud del sistema de adopciones, que obliga a los menores a pasar años institucionalizados.
«Al ser un país católico, la ley favorece la vinculación con la familia biológica, por lo cual muchas personas que quieren adoptar deben esperar por años, hasta que el menor queda en situación para ser adoptado», explicó.
Pero las cosas podrían cambiar. En 2015 Argentina adoptó un nuevo Código Civil que amplía los derechos de los menores, algo que -muchos esperan- le permita a quienes no tienen padres cumplir su sueño de tener una familia.
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