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Detienen a asesor de Michel Temer y dos ex gobernadores de Brasilia por corrupción en Copa del Mundo

Se trata de la mano derecha del mandatario, Tadeu Filippelli, quien fue vicegobernador del distrito federal, y de José Roberto Arruda y Agnelo Queiroz. Todos ellos formarían parte de una trama que sobrefacturó las obras del estadio, según sostiene la Policía brasileña.


La Policía Federal detuvo este martes a un asesor del presidente de Brasil, Michel Temer, y dos ex gobernadores de Brasilia por supuesto fraude y desvío de dinero en las reformas del estadio de fútbol Mané Garrincha para la Copa del Mundo de 2014.

Los ex gobernadores de Brasilia José Roberto Arruda y Agnelo Queiroz, así como el actual asesor presidencial Tadeu Filippelli, que fue vicegobernador del distrito federal, formarían parte de una trama que sobrefacturó las obras del estadio, según sostiene la Policía brasileña.

Filippelli fue vicegobernador durante el mandato de Queiroz (2011-2015) y se convirtió en asesor especial del gabinete personal de Temer en septiembre de 2016, días después de que asumiera el cargo de presidente tras la destitución de Dilma Rousseff por supuestas irregularidades fiscales.

Las obras estaban presupuestadas inicialmente en cerca de 600 millones de reales (unos 180 millones de dólares), pero finalmente tuvieron un coste de más de 1.500 millones de reales (unos 454 millones de dólares), de acuerdo con las investigaciones.

«La hipótesis investigada por la Policía Federal es que agentes públicos, con la intermediación de operadores, hayan simulado procedimientos previstos en el pliego de licitación», agregó la información.

La renovación del Mané Garrincha fue financiada por Terracap, una compañía pública de Brasilia, que el 49 % de la participación total le pertenece al Gobierno Federal y se encuentra prácticamente en «estado inminente de insolvencia», según la Policía.

Terracap financió las obras del estadio, que fue el más caro de toda la cita mundialista, sin que ese tipo de operación financiera estuviera dentro de sus actividades principales y sin realizar antes un estudio de viabilidad económica.

Además de los tres detenidos mencionados, cerca de 80 agentes cumplen otras siete órdenes de prisión temporal, además de 15 de allanamiento y registro y otras tres órdenes de declaración de «conducción coercitiva», es decir, llevan a la persona obligatoriamente a declarar.

La operación se basó en las informaciones que ofrecieron, en un acuerdo de colaboración judicial, directivos de la constructora Andrade Gutierrez, implicada en la gigantesca trama corrupta destapada en el seno de la estatal Petrobras e investigada desde hace más de tres años por las autoridades.

El caso del Mané Garrincha no es el único bajo sospecha porque, según admitieron ante la Justicia exdirectivos del grupo Odebrecht, otros cinco de los doce estadios de fútbol que fueron construidos o reformados en Brasil para el Mundial de 2014 tuvieron sobrecostes intencionados provocados por las propias constructoras para desviar dinero.

La maleta

Una maleta que estaba supuestamente perdida y que fue devuelta hoy a la Policía brasileña por uno de los hombres de confianza del presidente Michel Temer puede ser una pieza clave en el escándalo de corrupción que sacude Brasil y que amenaza la estabilidad del Gobierno.

La trama se remonta al pasado 28 de abril, cuando el diputado brasileño Rodrigo Roucha Loures entró en un aparcamiento el pasado 28 de abril, cogió una maleta y subió corriendo en el taxi que le esperaba a las puertas de una pizzería en Sao Paulo.

La escena, grabada por la policía, no saldría de la normalidad si no fuera por el hecho de que la maleta estaba cargada con 500.000 reales (unos 152.000 dólares) «sucios», los cuales fueron entregados por un directivo de la empresa cárnica JBS.

Los dueños de la multinacional airearon ante la justicia las entrañas de un gigantesco escándalo de corrupción que salpica directamente a Temer, aferrado al poder en medio de las presiones de la oposición para que renuncie.

Según dijo ante las autoridades Joesley Batista, uno de los propietarios de JBS, Rodrigo Roucha Loures fue indicado por el presidente Michel Temer para tratar los asuntos de la compañía, que ha reconocido el pago de sobornos a centenas de políticos.

Cuando el escándalo de corrupción saltó por los aires la pasada semana, el diputado, ahora suspendido de sus funciones, se encontraba fuera de Brasil y a su vuelta afirmó a la policía que no sabía que la maleta estaba repleta de dinero.

Tampoco reveló el destino de la valija, que pasó una semana en paradero desconocido hasta este martes, cuando la defensa de Roucha Loures la entregó en la sede de la Policía Federal en Sao Paulo.

El diputado, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y que fue asesor de Temer, dijo a algunos de sus aliados que se aproximó a los dueños de JBS por un interés comercial -ya que es empresario del sector de alimentos- y exculpó al presidente brasileño de su participación.

No obstante, en una polémica grabación realizada por Joesley Batista, Temer le da el aval para buscar a Roucha Loures y resolver una supuesta pendencia que el Gobierno tenía con el controlador de JBS, J&F.

«¿Puedo hablar de todo con él?», cuestiona Batista en el diálogo. A lo que Temer responde: «todo».

La grabación, realizada en la residencia oficial del mandatario el pasado marzo -un mes antes de la entrega del dinero-, ha sido cuestionada por el propio Temer, quien ha afirmado que es «fraudulenta» y fue «manipulada».

Acorralado por las acusaciones de JBS, el entorno del jefe de Estado teme ahora una posible delación de Roucha Loures, cuya mujer se encuentra embarazada de 8 meses, aunque el diputado suspendido ha descartado por el momento dicha posibilidad.

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