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«Bienvenidos al infierno»: la violencia se desata en Hamburgo en el primer día del G20 Decenas de policías y manifestantes heridos tras iniciarse la resistida cita internacional

«Bienvenidos al infierno»: la violencia se desata en Hamburgo en el primer día del G20

La canciller alemana, Angela Merkel, anfitriona del encuentro, condenó con contundencia la violencia de grupos antiglobalización. «Por supuesto que entiendo que la gente se manifieste de forma pacífica, pero las manifestaciones violentas ponen en peligro la vida de la gente y eso no se puede aceptar», dijo.


La promesa de los manifestantes anticapitalistas de convertir la ciudad de Hamburgo en un infierno se tornó realidad al comenzar este viernes la cumbre del Grupo de los Veinte principales países industrializados y emergentes (G20).

La ciudad del norte de Alemania se vio sacudida por los disturbios más violentos en muchos años, que han saldado con un balance parcial de 11 heridos graves entre los manifestantes y un número indeterminado de lesionados leves, además de 159 policías con heridas y casi 60 detenciones, informaron las autoridades.

Los disturbios, que comenzaron el jueves tras la fuerte represión policial de la protesta bautizada «Bienvenidos al infierno» -y la más temida por el caudal de manifestantes-, se prolongaron a lo largo del día mientras los líderes celebraban sus primeras sesiones en el recinto ferial, ubicado en pleno centro.

Centenares de activistas antisistema desafiaron la prohibición que regía desde la mañana de este viernes de manifestarse en un radio de 38 kilómetros y bloquearon calles y vías de trenes, lo que causó retrasos en el transporte público.

La víctima más prominente de los retrasos fue la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, quien se quedó sin poder participar en el paseo en barco previsto para los «consortes» de líderes del G20, después de que manifestantes bloquearan su salida de la residencia oficial en Hamburgo.

El programa de acompañantes tuvo que ser modificado por motivos de seguridad. Las autoridades suspendieron la visita programada al Centro Alemán de Investigación Climática y llevaron a las primeras damas y «primeros caballeros» al hotel Atlantic, donde escucharon una ponencia de expertos.

Melania Trump solidarizó con los heridos mientras esperaba poder salir de su elegante alojamiento. «Acompaño en el sentimiento a los que fueron heridos en las protestas de Hamburgo. Espero que todos estén a salvo», escribió en la red social Twitter.

Paralelamente, vándalos prendieron fuego a varios vehículos que se encontraban aparcados en diferentes zonas de la ciudad y atacaron negocios, así como una comisaría de Policía en el barrio de Altona.

La Policía se vio desbordada por los distintos focos de protesta y pese a contar con casi 20.000 efectivos las autoridades tuvieron que pedir refuerzo de un millar de agentes a otros estados vecinos.

El barrio de diversiones Sankt Pauli, cercano al puerto, fue escenario de «batallas campales» en horas de la tarde entre manifestantes y las fuerzas del orden, según relataron testigos.

Al menos 13 manifestantes resultaron heridos, 11 de ellos de gravedad, al desmoronarse una valla que intentaban escalar para huir de la Policía en horas de la madrugada, comunicó la central de bomberos de la ciudad alemana.

En los disturbios no sólo resultaron heridos policías, sino también manifestantes, pero se desconoce con exactitud el número. De acuerdo con el denominado comité de investigación del G20 de los activistas, hay numerosos heridos entre sus filas. Una portavoz declaró que no podía dar cifras pero que eran «muchos».

Varios policías sufrieron heridas por cortes tras ser atacados por unos 60 encapuchados en una estación de tren situada en el barrio de Altona, situado en el oeste de la ciudad. Los violentos también rompieron con un martillo los vidrios de un patrullero en cuyo interior estaban sentados agentes.

Como resultado de los actos violentos, el balance de detenidos ascendá a unas 60 personas. Mientras que contra 45 presuntos delincuentes ha sido dictada una orden de arresto, otra docena de sospechosos permanece en la actualidad bajo custodia policial, confirmaron las autoridades.

La canciller alemana, Angela Merkel, anfitriona del encuentro, condenó con contundencia la violencia. «Por supuesto que entiendo que la gente se manifieste de forma pacífica, pero las manifestaciones violentas ponen en peligro la vida de la gente y eso no se puede aceptar», criticó.

La Policía consiguió a duras penas mantener a los manifestantes fuera de la zona de seguridad máxima en torno al predio ferial. «La Policía va a controlar esta situación», aseguró el jefe de la Policía de Hamburgo, Ralf Meyer. Dijo que estaba horrorizado por lo que tachó de «violencia radical, sin sentido y rabiosa».

También tuvieron problemas los agentes para dispersar con lanzaaguas a centenares de encapuchados que trataban de acercarse al auditorio de la Filarmónica de Hamburgo en el que los líderes tenían previsto escuchar un concierto para posteriormente compartir una cena.

Miembros de la organización ambientalista Greenpeace trataron de llegar hasta la Filarmónica por el río Elba. Unas 22 personas se arrojaron al agua desde lanchas y fueron interceptadas por la guardia costera.

(Fotos: EFE)

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