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Trump desoye advertencias y confirma que EE.UU. reconoce a Jerusalén como capital de Israel Comunidad internacional considera medida como amenaza a la estabilidad de la región

Trump desoye advertencias y confirma que EE.UU. reconoce a Jerusalén como capital de Israel

El mandatario estadounidense aseguró que su decisión no debe interpretarse como una falta de compromiso con el proceso de paz entre israelíes y palestinos, y prometió que hará «todo» lo posible para ayudar a las partes a lograrlo.


El presidente de EE.UU., Donald Trump, confirmó este miércoles que su país reconocerá a partir de ahora a Jerusalén como capital de Israel, una medida que promete generar tensiones en Oriente Medio y reducir las posibilidades de un proceso de paz entre israelíes y palestinos.

«He determinado que es hora de reconocer oficialmente a Jerusalén como capital de Israel», dijo Trump en un discurso desde la sala de recepciones diplomáticas de la Casa Blanca.

Aseguró ademas que su decisión no debe interpretarse como una falta de compromiso con el proceso de paz entre israelíes y palestinos, y prometió que hará «todo» lo posible para ayudar a las partes a lograrlo.

«Estados Unidos apoyará una solución de dos Estados si eso es lo que acuerdan las dos partes», dijo Trump en un discurso desde la sala de recepciones diplomáticas de la Casa Blanca.

Previamente, el mandatario norteamericano dijo a un grupo de periodistas que la medida «debería haberse tomado hace tiempo. Muchos presidentes dijeron que querían hacer algo y luego no lo hicieron, quizá por falta de valentía o porque cambiaron de opinión».

Manifestaciones

Previo al anuncio, refugiados palestinos en el Líbano se manifestaron en varias regiones de ese país contra la medida que finalmente confirmó Trump.

En el campamento de refugiados de Baas, en la región meridional de Tiro, unos 2.000 estudiantes se movilizaron para protestar. El palestino Abdul Mayid Awad se dirigió a los manifestantes y afirmó que «el Gobierno norteamericano toma una vez más una decisión en favor del usurpador, pero esto no va a cambiar la historia y la identidad de Jerusalén, que es la capital del Estado palestino».

«Se trata de una agresión directa contra la nación y el pueblo palestino, que son capaces de hacer fracasar las decisiones injustas. La decisión de la Administración de Trump es contraria a las resoluciones de la comunidad internacional y no podrá cambiar la historia», adujo Awad.

Los refugiados palestinos se movilizaron igualmente en el campamento de Bedawi (norte), donde se congregaron ante la oficina del director de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA).

Otras manifestaciones similares tuvieron lugar en Beirut y en el campamento de refugiados palestinos de Ain el Helu, el mayor del Líbano y localizado en las afueras de la ciudad de Sidón.

En este campamento, el general Maher Chabaita, en representación del movimiento nacionalista Al Fatah, calificó la decisión del Gobierno Trump de «violación del derecho internacional. Reconocer Jerusalén como la capital de la ocupación desencadenará el fuego del infierno en esta región», advirtió.

Jerusalén Este, que los palestinos reclaman como capital de su futuro Estado, está ocupada por Israel desde la Guerra de los Seis Días de 1967 y fue anexionada en 1980 en una decisión unilateral israelí que no reconoció la comunidad internacional.

Hoy ningún país tiene su embajada en Jerusalén y el traslado de la sede diplomática estadounidense se entiende como el reconocimiento de la soberanía israelí sobre toda la ciudad, incluida la parte ocupada.

Estabilidad en la región

La comunidad internacional había expresado su preocupación por el cambio de ‘statu quo’ de Jerusalén. De hecho, con este anuncio Estaos Unidos se convirtió en el primer y único país del mundo que reconoce como capital de Israel a Jerusalén, cuyo sector Este ocupó en la guerra de 1967 y se anexionó en 1980, contraviniendo la legalidad internacional y donde los palestinos aspiran a establecer la sede de su futuro Estado.

Jordania, a petición de Palestina, solicitó la convocatoria de una reunión de emergencia de la Liga Árabe para el sábado apenas horas después de que Trump comunicara la intención de trasladar de Tel Aviv a Jerusalén la embajada estadounidense.

Mientras, el Gobierno de Turquía también convocó para el próximo miércoles en Estambul una cumbre de la Organización de la Cooperación Islámica (OCI) e invitado a la administración Trump a retroceder de inmediato en «este inmenso error, que eliminaría el ahora frágil proceso de paz en Oriente Medio».

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogán, había advertido además de que su país considera romper sus relaciones diplomáticas con Israel.

El papa Francisco hizo un llamado a que «se realicen todos los esfuerzos para respetar el ‘status quo’ de la ciudad, conforme a las resoluciones de la ONU.

«No puedo callar mi profunda preocupación por la situación que se ha creado en los últimos días», expresó Francisco en el Vaticano, en una declaración en la que no citó directamente el anuncio de Trump.

El pontífice recordó que «Jerusalén es una ciudad única, sagrada para los hebreos, cristianos y musulmanes» y rogó porque «prevalezca la prudencia y evitar que se añadan nuevos elementos de tensión en un panorama mundial ya marcado por tantos y crueles conflictos».

China manifestó por medio de un portavoz de Exteriores que «la cuestión de Jerusalén es muy complicada y delicada, y las partes implicadas deberían tener en cuenta la paz de la región», evitando causar «nuevas confrontaciones».

China «siempre» ha apoyado y promovido el proceso de paz en Oriente Medio y respaldado la «causa justa» del pueblo palestino y su derecho a tener un estado independiente basado en las fronteras de 1967 y con Jerusalén Este como capital, recordó el portavoz.

El Kremlin estimó «prematuro» hablar de las consecuencias del posible traslado, aunque mostró su preocupación.

«No nos gusta hablar de decisiones que todavía no han tenido lugar», dijo hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

También el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró que los miembros de la Alianza respaldan una solución «pacífica» y «negociada», y añadió que Trump no ha pronunciado aún su discurso, por lo que «es un poco pronto para comentarlo».

El Gobierno sirio opinó que la «opción de la resistencia» es la mejor para defender los intereses de la nación musulmana y de los palestinos y «para poner fin a la normalización gratuita (de las relaciones con Israel) por parte de algunos regímenes árabes».

El ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, escribió en Twitter que alterar el estatuto de la ciudad de Jerusalén es una cuestión «extremadamente sensible» que debe ser resuelta mediante «negociación».

«No hay mejor alternativa» para la región que la solución de los dos estados, Israel y Palestina, «viviendo juntos en paz y seguridad», defendió Dastis.

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