Con las elecciones presidenciales de Colombia a poco más de tres meses de de distancia, un exguerrillero de la «izquierda dura» encabeza las encuestas, y los inversionistas aún no se han despertado por completo al riesgo de que él podría ganar, según Nomura.
Cuando lo hagan, es probable que los bonos y la moneda del país experimenten una venta generalizada, según Mario Castro, estratega de divisas y tasas para América Latina de Nomura en Nueva York. Dos encuestas publicadas este mes muestran a Gustavo Petro en el primer lugar, mientras que otra lo tiene en segundo lugar.
«Los mercados son muy complacientes y cortoplacistas», dijo Castro en una entrevista telefónica. «Está claro que hay un riesgo de que él pueda ser presidente».
En un informe del 9 de febrero, el director de estrategia latinoamericana de Scotiabank, Joe Kogan, dijo que la falta de preocupación de los inversionistas por Petro era una reminiscencia de los economistas peruanos que fueron sorprendidos por la victoria en 2011 del izquierdista Ollanta Humala.
«El caso base sigue siendo de que Petro perderá, pero la incertidumbre en torno a esa predicción ha aumentado sustancialmente», escribió Kogan. «La historia reciente advierte contra subestimar los riesgos políticos».
Los fondos extranjeros que compraron un neto de 1,16 billones de pesos (US$395 millones) de bonos en pesos locales de Colombia el mes pasado, parecen no estar excesivamente preocupados, en tanto el peso se ha apreciado 1,5 por ciento este año, la mayor ganancia en Sudamérica después de la moneda chilena. El «caso base» de Nomura es que Petro no ganará, pero simplemente llegar a la segunda ronda sería suficiente para generar mucha volatilidad, dijo Castro.
«Demuestra lo contrario»
En respuesta a las preguntas enviadas a su oficina de prensa, Petro dijo: «Los mercados no respaldan las mentiras difundidas en las redes sociales por la extrema derecha, hablando de políticas de expropiación o gestión inadecuada de las finanzas públicas, que el candidato Petro continuamente ha rechazado».
Petro tiene el 23 por ciento de las intenciones de voto, según una encuesta publicada el 8 de febrero, en comparación con el 18 por ciento para el exalcalde de Medellín Sergio Fajardo y el 10 por ciento para el exvicepresidente Alemán Vargas Lleras. La primera ronda de votación se realizará en mayo con una segunda vuelta en junio.
Petro, quien hizo la transición de la violencia guerrillera a la política democrática hace más de un cuarto de siglo, ha tratado de distanciarse del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, y niega que sea socialista. Como alcalde de Bogotá redujo la deuda y mantuvo intacta la calificación crediticia AAA de Fitch, y ha dicho que quiere respetar la independencia del Banco Central. Es probable que nada de eso reduzca mucho la distancia con Wall Street, que tiende a considerar arriesgados a líderes con los antecedentes políticos de Petro «hasta que puedan demostrar lo contrario», dijo Castro. «Nunca se les ha dado el beneficio de la duda», dijo.
Las reformas propuestas por Petro para tratar de hacer un cambio en el enfoque de la economía desde el petróleo hacia la agricultura «podrían afectar las cuentas de la balanza de pagos y perjudicar los ingresos del gobierno, con serias implicaciones para los mercados de renta fija», dijo Kogan. «La propuesta de Petro de una asamblea constituyente para reformar la salud, la educación, el sistema judicial, la economía y la política crearía una tremenda incertidumbre para las empresas y es difícil prever qué reformas finalmente se promulgarían».
