Publicidad

El chip que le falta a la derecha


La reciente reunión de la Organización Demócrata Cristiana Americana en Santiago fue un buen momento para medir una incapacidad básica de la derecha chilena: su falta de visión global.



Sumida en el regalo de las indemnizaciones millonarias, no puede evitar mirar por el prisma del escándalo cada actividad que realiza el gobierno o sus partidos, como si ella misma estuviera limpia de toda mancha.



Pero más allá de las tácticas de la política, lo que quedó en evidencia tras las críticas de la UDI al financiamiento del encuentro es su mirada tradicionalmente localista, inveteradamente autorreferente, atávicamente isleña.



Pareciera que, como ellos no tienen a quien invitar, como el sueño del «partido popular» de Longueira está hoy día más cerca de la DC internacional que de la derecha, como el pinochetismo que todavía exudan no tiene aliados en ningún país fuera de nuestras fronteras, entonces hay que boicotear, ridiculizar y sospechar de toda actividad política de carácter internacional.



Aunque a muchos de sus dirigentes les encanta recibir invitaciones extranjeras, los chicos de la UDI no soportan que presidentes y líderes latinoamericanos vengan a Chile y se les trate como hermanos que son.



El resultado no sólo es una ofensa política, sino un peligroso enclaustramiento mental que se va enquistando en el disco duro de aquellos dirigentes que pretenden en algunos años más dirigir el país. Amantes de la globalización de la economía y de la localización de la política, no pueden entender que las alianzas, el conocimiento personal, la amistad, en suma, son valores en alza en un mundo cada vez más despersonalizado y hostil.



La comprensión del verdadero valor de las relaciones internacionales es el chip que le falta a la derecha si quiere ser gobierno. Y por eso es que denuncias tan banales como las registradas en estos días contra un encuentro internacional que reunió a varios presidentes latinoamericanos debieran quedar registradas en la memoria colectiva de todos los chilenos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias