Vender en conjunto a una empresa constructora o inmobiliaria tiene varios requisitos que son esenciales:
* La compra es de todas las propiedades que conforman el terreno (apto de construir). Si una o mas propiedades no son vendidas la operación total se paraliza.
*Los títulos de dominio de todos los inmuebles que conforman el terreno deben estar ajustados a derecho.
*El pago del precio acordado se realiza parcelado porcentualmente en dos etapas : a) cuando se firma el contrato de compraventa y quedan inscritas todas las propiedades adquiridas en el Conservador de Bienes Respectivos a nombre de la parte compradora, es decir, cuando esta posee el dominio de toda la superficie, y b) cuando se entrega materialmente cada propiedad libre de todo ocupantes.
En este tipo de operación, el intermediario inmobiliario debe aunar las voluntades de los vendedores frente a una meta común ; vender sus propiedades como terreno para percibir un mejor precio por cada m2 que al vender en forma unitaria con menor potencial constructivo.
Asimismo, tiene la obligación profesional de ofrecer al inversionista una superficie apta de edificar a un valor de mercado, es decir, que le permita competir al momento de vender las unidades nuevas percibiendo la rentabilidad estándar del negocio inmobiliario. En este sentido el valor del terreno obedece al tipo de densificación que el Plan Regulador respectivo permite para una determinada zona ; baja (hasta dos pisos), media (hasta cinco pisos) o alta (siete pisos o más), sumando a esto las características del entorno y el equipamiento comunal tales como colegios, áreas verdes o centros comerciales.
En suma, la venta en conjunto representa una buena oportunidad para compradores y vendedores. Los primeros obtienen materia prima para fabricar su producto y los últimos, un valor por su propiedad superior al original.
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* Hernán Marchant Montero, Agente Inmobiliario
