Hemos invitado a los jóvenes de hoy a formar parte de la generación del Bicentenario, que celebrará los 200 años del sueño de los jóvenes como Carrera, O Higgins y Rodríguez.
Chile necesita un nuevo aire, un suplemento de alma y un nuevo impulso. Por ello, un grupo de ciudadanos nos hemos reunido en San Pedro de la Paz bajo el lema «Tenemos que cambiar. La patria joven de cara al bicentenario».
En campañía de algunos de los nuevos intendentes, junto con diputados y alcaldes y dirigentes estudiantiles de los ’90, hemos postulado que requerimos jóvenes que se inspiren en nuestra historia y liderazgos.
Pedro Aguirre Cerda fue capaz de dotar a Chile de un nuevo modelo de desarrollo, pues el anterior había colapsado en 1929. Chile requiere hoy de políticos audaces que frente a la nueva economía, globalizada y fragmentada, de servicios y tecnologizada, nos señalen un nuevo camino.
Necesitamos jóvenes que se inspiren en otro grande del siglo 20, Arturo Alessandri Palma. El comprendió bien que la Constitución de 1833 era hija de un mundo ya muerto, agrario, oligárquico y cerrado. La Constitución del ’80 es hija de una lucha fratricida entre chilenos y del mundo de la Guerra Fría. Esa lucha y ese mundo han muerto. De ahí la necesidad de un orden político nuevo, para un mundo nuevo.
Queremos que de los jóvenes surja un nuevo empresariado. Diego de Almeida, José Antonio Moreno, José Santos Ossa y Tomás Urmeneta son ejemplos para los jóvenes del Bicentenario. Fueron ellos pioneros osados, exploradores audaces, innovadores sagaces y resueltos emprendedores que pusieron sus talentos al servicio de la patria.
Necesitamos que nuestros cientos de miles de micro, pequeños y medianos empresarios sean apoyados por un Estado activo que no dude en apoyar a los empresarios innovadores, solidarios y resueltos a la hora de asumir riesgos y abrir mercados a partir de América Latina.
Aspiramos a una cultura de excelencia, pluralista y solidaria. Los mejores hijos de esta tierra son filósofos, poetas y mísiticos sublimes como Alonso de Ercilla, el Abate Molina, Gabriela Mistral, Violeta Parra, Pablo Neruda, Clotario Blest y Alberto Hurtado. Una educación de excelencia para todos, una cultura que le hable al mundo y a nuestra Patria Grande, la de Bolívar y San Martín. Las nuevas generaciones deben ver en ellos fuente de iluminación.
Vivimos una hermosa crisis. La Patria Vieja no termina de morir y la Patria Joven no termina de nacer.
Hemos invitado a los jóvenes de hoy a formar parte de la generación del Bicentenario, que celebrará los 200 años del sueño de los jóvenes como Carrera, O Higgins y Rodríguez.
Nosotros, por nuestra parte, hemos resueltos juntos a volver a caminar de nuevo. Esperamos que esta iniciativa, el grupo Bicentenario, aporte lo que Chile requiere: renovación y cambio en su política.
* Abogado y cientista político, director ejecutivo del Centro de Estudios del Desarrollo (CED).
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