Las noticias que llegan en estas últimas semanas y horas de Perú, marcan un hito histórico en la alienación neoliberal de la que hemos sido víctimas inermes hasta ahora.
Que se haya movilizado la inmensa mayoría del pueblo del sur de ese país para oponerse a las privatizaciones de las empresas eléctricas parece un hecho inusual en esta época en que gobernantes asumen ropajes de meros virreyes del Fondo Monetario o del Banco Mundial, y nos llevan a concluir varias cosas:
1. Que a pesar de los boquillazos con que algunos chauvinistas tienden a calificar a nuestros vecinos del norte, lo cierto es que las poblaciones de Arequipa y Tacna han demostrado no solo tener, sino usar sus hormonas bien, de manera precisa y con resultados.
2. Que la internacional del terror financiero se sigue moviendo en la sombra, pues no acepta la derrota sufrida en manos de un movimiento popular que miró a la postrada Argentina y al injusto Chile para saber y entender que debía oponerse.
3. Que el Presidente Alejandro Toledo, a pesar de las amarras fondomonetaristas con las que ganó su elección, tiene claro que no puede ni debe gobernar contra los intereses de su propio pueblo.
4. Que este fenómeno se va ampliando y generalizando en otros países de nuestra América. Es el caso de la República Dominicana, en la que el Presidente Mejías ha ordenado una revisión a fondo de los términos contractuales en que se traspasó a los españoles la propiedad de las empresas eléctricas.
5. Toledo, quizá Mejías y otros, van entendiendo de a poco que cuando todo se va al diablo y sobrevienen los aprietes graves, los mismos españoles, americanos o franceses que han ganado fortunas desmesuradas con las famosas privatizaciones no están dispuestos a ayudar ni siquiera con un peso, como lo han demostrado en estos días aciagos que vive la hermana Argentina.
6. Que en Chile subsiste una tendencia en las clases gobernantes a ser herodianas, categoría establecida por Toynbee para describir a quienes gobiernan a sus pueblos en nombre de intereses extranjeros. Como fue Herodes para los judíos, gobernando con las tropas de Roma. De Poncio Pilatos, para ser mas exactos.
______________
Vea otras columnas del autor
